Antioquía, COLOMBIA (Agencia Fide, 03/03/2020) – Una vez más, el norte de Colombia, en
particular el departamento de Antioquia, fue escenario de violencia: el
pasado fin de semana, en el municipio de Campamento, el líder social
Didian Arley Agudelo fue encontrado sin vida, desaparecido hace unos
días. Arley Agudelo fue un ex concejal de la ciudad y jefe de las
organizaciones de agricultores. El sábado 29 de febrero, el líder social
Amado Torres, Tesorero del Comité de Acción Comunitaria del pueblo de
La Miranda, fue asesinado en San José de Apartadó, en la misma área,
tenía 49 años. Según sus familiares, a primera hora de la mañana,
hombres fuertemente armados con ropa militar llegaron a su casa, lo
tomaron por la fuerza y luego lo mataron.
El mismo fin de semana, el presidente de la República colombiana, Iván
Duque, llegó a la región como parte de su programa "Construyendo el
país". Aunque la visita del presidente, cuyas medidas de seguridad se
endurecieron en diciembre de 2019, debería haber duplicado la protección
del distrito; y el alto despliegue de agentes de la ley en esta área
del país debería haber brindado apoyo adicional para la lucha contra la
violencia, todo esto no fue suficiente para evitar el asesinato de los
líderes sociales.
Los obispos de Colombia ya en enero habían pedido
a los nuevos administradores municipales y regionales protección y
seguridad para estos laicos comprometidos en asuntos sociales:
"Insistimos en la necesidad de implementar una política pública nacional
para enfrentar esta amenaza, que incluye iniciativas de protección,
respuestas oportunas a alarmas y presencia efectiva de instituciones
estatales en las comunidades más vulnerables ".
Según el INDEPAZ (Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz),
817 líderes sociales y defensores de los derechos humanos fueron
asesinados en Colombia por el acuerdo de paz entre el gobierno y las
FARC-EP hasta el 28 de febrero de 2020 (21 en 2016 , 208 en 2017, 282 en
2018, 253 en 2019 y 53 en 2020).