Bissau, GUINEA BISSAU (Agencia Fides, 03/03/2020) - Es probable que la crisis en Guinea-Bissau
empeore. El movimiento sorpresa de Umaro Cissoko Embalò, quien ganó la
votación del 29 de diciembre, de proclamarse presidente sin esperar el
resultado de la investigación de la Corte Suprema sobre los posibles
fraudes, ha provocado tensiones inevitables y ha llevado al ejército –
que se ha puesto del lado del ex general - a tomar el control de los
diversos ministerios, de la televisión y la radio nacionales.
Después de las elecciones de finales de 2019, que vieron a Domingos
Pereira y Embalò competir por la presidencia, el país entró en una
condición de estancamiento total. Embalò, un ex oficial probablemente
apoyado por el vecino Senegal, salió victorioso ganando el 53.55% de los
votos contra el 46.45% de Pereira. Sin embargo, este último, sobre la
base de su clara victoria en la primera ronda un mes antes (40% contra
solo el 28 de Embalò), había impugnado inmediatamente el resultado. En
una alternancia de tensiones y acusaciones mutuas, se llegó al 29 de
febrero cuando la situación se precipitó. Ese día, de hecho, el país se
encontró en la situación anómala de tener dos presidentes: Embaló, que
se había establecido en un hotel en la capital, y Cipriano Cassama,
nombrado presidente interino por los parlamentarios. La iniciativa de
Embalò de anunciar la ilegitimidad total de Cassama y nombrar a Nuno
Gomes Nabiam como primer ministro en lugar de Aristides Gomes, han
provocado las reacciones de la oposición que hablan de "golpe de
estado".
La esperanza de que las elecciones pudiesen poner fin a la inestabilidad
crónica en Guinea-Bissau, parecen quedar atrás. En una entrevista con
Fides, el padre Celso Corbioli, de los Misioneros Oblatos de María
Inmaculada, esboza un panorama de la situación que vive el país: "La
situación es muy confusa. La Corte Suprema aún no había completado el
proceso de evaluación de las apelaciones a la votación del 29 de
diciembre y Embalò, sorprendiendo a todos, decidiendo proclamarse
presidente. Mientras tanto, los militares, en detrimento del principio
de neutralidad, inmediatamente tomaron partido con Embalò, cometiendo,
según muchos, un grave error. Cuando el Parlamento nombró presidente
interino a Cassama, la tensión creció de inmediato. Al día siguiente,
los militares se presentaron frente a su casa y, como él mismo ha
declarado, lo obligaron a renunciar con amenazas".
El primer ministro depuesto Aristides Gomes también ha declarado que fue
amenazado por los militares. El clima está muy tenso. El misionero
continúa explicando: “En este momento, la situación en Bissau parece
tranquila. El domingo fui a celebrar misa en una parroquia al otro lado
de la ciudad y por suerte no tuve problemas”. Pero la tensión crece
lentamente y podría explotar en cualquier momento. “La esperanza de
todos - dice el p. Corbioli -, es que se llegue a un acuerdo, que se
regrese al camino del diálogo y se acepte que la Corte Suprema haga su
trabajo. Si, al final, Embalò es declarado ganador, este resultado se
podrá aceptar, siempre que haya claridad. Se espera en breve la visita
de representantes de la ONU y de la CEDEAO (Comunidad Económica de los
Estados de África Occidental). Con suerte, ayudarán al país a salir de
este callejón sin salida en que nos encontramos”.