Caracas, VENEZUELA (Agencia Fides, 01/04/2020) – Los obispos reunidos en la Conferencia
Episcopal de Venezuela (CEV), han alzado sus voces en este momento de
emergencia sanitaria mundial, expresando su preocupación por la grave
situación que el país ya ha estado experimentando durante algún tiempo,
en un documento enviado también a Fides.
Los obispos declaran: "No es ningún secreto que hoy, en nuestro país,
muchos viven en la pobreza; A esto se suma la escasez de alimentos,
medicinas y otros bienes absolutamente necesarios para una convivencia
saludable y para el funcionamiento del país (como, por ejemplo: gas y
gasolina), así como la escasez crónica de los servicios públicos de agua
y electricidad. Esta situación está haciendo sufrir a los venezolanos,
especialmente a los más pobres, y representa un peligro inminente de
explosiones sociales violentas. los locales tienen que lidiar con esto
antes de que pueda agravarse aún más, con las consecuencias que a nadie
le gustaría tener. El ejecutivo nacional no debe manejar la situación
solo desde la perspectiva militar y policial ".
Los obispos, por lo tanto, enfatizan fuertemente: "La participación
especial, el consejo y la dirección de personal médico y científico
calificado, sea cual sea su condición social y política, es urgente. La
Iglesia siempre ha sugerido una participación de la sociedad para
resolver los graves problemas de los cuales Venezuela sufre ".
El comunicado continúa: "Para resolver los problemas económicos,
políticos, administrativos, sociales y de suministro que ya existen y
que ahora se ven exacerbados por la cuarentena pandémica, es necesario
que todos los factores que interactúan en la vida nacional (política,
social, salud, económicos, religiosos, laborales, educativos y
sindicales), comiencen a dialogar para llegar a un acuerdo a favor del
pueblo. De esta forma, pueden alcanzar soluciones concretas e inmediatas
para enfrentar estos problemas, y aún más durante esta emergencia
económica y de salud y social".
El texto termina con una invitación a la unidad nacional y agradece a
los sacerdotes y ministros de la Iglesia, junto con los religiosos, que
acompañen a las personas que sufren. Finalmente, los obispos piden la
bendición de Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela, para la
salud del país. El documento está firmado por la Presidencia de la CEV.