Alepo, SIRIA (Agencia Fides, 02/05/2016) – “Somos hijos de la resurrección, hijos de la
esperanza, y creemos firmemente que este sufrimiento no será en vano:
siguiendo el ejemplo de los santos y mártires, los ponemos junto a la
pasión de Cristo, para que puedan convertirse en sufrimiento santificado
y santificante, por la paz en Siria y la salvación de nuestra ciudad”.
Son las palabras de los obispos católicos de Alepo, en un mensaje
dirigido a los fieles, para ofrecer consuelo y esperanza a los
habitantes de la ciudad siria mártir, que de nuevo se ve perturbada por
el conflicto que ha vuelto a resurgir después de unas semanas de tregua,
tanto en los barrios controlados por el gobierno como en aquellos donde
se encuentran las milicias rebeldes, con lanzamientos de artillería y
bombardeos que también han gorlpeado un hospital dirigido por Médicos
sin fronteras.
En un mensaje enviado a la Agencia Fides, los obispos católicos de Alepo
lanzan un grito “a la conciencia de quienes diseñan y quienes ejecutan
esta guerra”, suplicando en voz alta: “¡Basta!” por “amor de Dios” y
“por misericordia de los hombres” por “el grito de la sangre de los
niños y de los mártires que se eleva a Dios” y “por las lágrimas de las
madres en duelo”.
En el delirio de muerte y violencia que envuelve a Alepo, los obispos
católicos expresan una mirada cristiana del sufrimiento de sus hermanos
desde los ojos de la fe y de todos los demás ciudadanos, lejos de las
intenciones de los usan el sufrimiento de los cristianos como
instrumentos para sus batallas ideológicas o como pretexto para
movilizaciones y campañas de clave político-cultural.
Los Obispos de Alepo invitan a todos a no dejarse “superar por la
tristeza y la desesperación”, y sugieren que precisamente en su
misteriosa participación en la pasión de Cristo, el sufrimiento de los
cristianos de Alepo tiene sentido para el mundo como algo que sucede en
la historia del misterio de la salvación anunciada por el Evangelio.
“Esto” refieren los obispos en su declaración “es el significado más
importante de nuestra permanencia en Alepo”. En esta perspectiva, los
pastores católicos de la ciudad mártir de Siria, renovamos la
consagración de Alepo al Inmaculado Corazón de María, a ella “que en sus
apariciones en Fátima había pedido la consagración del mundo a su
Inmaculado Corazón con el fin de obtener la paz”. En particular, en el
mes de mayo dedicado a María, los Obispos piden a los católicos que se
ofrezcan “oraciones, especialmente el rezo del Rosario, en nuestras
iglesias por esta intención: convertidos a Dios y pidiendo la
intercesión de la Virgen María, Reina de la Paz, ponemos nuestro país,
Siria y nuestra ciudad de Alepo bajo su protección”.