Baghdad, IRAQ (Agencia Fides, 12/09/2016) - La intención de someter al Congreso de Estados
Unidos una resolución patrocinada por los políticos, tanto republicanos
como demócratas, para exigir el establecimiento de una provincia
autónoma en la Llanura de Nínive “bajo la bandera de la protección de
las minorías”, es en realidad el primer paso para poner en práctica “el
infame proyecto de Joe Biden de dividir Iraq y debilitarlo”. Así lo
afirma la parlamentaria chiíta Ferdous al Awadi, representante muy
activa de la Alianza Nacional Iraquí. “Los Estados Unidos – ha declarado
la representante política chiíta a fuentes iraquíes - se están
preparando para dividir Iraq a través de un plan ya predispuesto, que
debe ser realizado después de la derrota del Daesh”.
Un diseño que, en opinión de Ferdous al Awadi, en realidad perjudica el
derecho de autodeterminación de los pueblos que viven en la región, y
ayuda a fomentar las fuerzas centrífugas sectarias con la intención de
“cancelar completamente Iraq del mapa geográfico”. La Asamblea
Parlamentaria ha instado a todos los iraquíes a no proporcionar espacio a
la realización de diseños, concebidos fuera de Iraq, que desde su punto
de vista quieren hundir aún más al país en el torbellino de la lucha
sectaria.
Las afirmaciones vehementes del parlamentario iraquí llegan después de
la Convención Nacional promovido en los últimos días (7-9 de septiembre)
por la organización sin ánimo de lucro de Estados Unidos “In Defense of
Christians” (IDC), y dedicada al tema “Más allá de Genocidio. Preservar
el cristianismo en Oriente Medio”(“Beyond Genocide: Preserving
Christianity in Middle East”).
En esta manifestación se ha vuelto a lanzar la idea de hacer presión
sobre el Congreso de Estados Unidos para que apoye la creación de una
“zona protegida” para las minorías religiosas en la Llanura de Nínive,
con el consentimiento de las autoridades locales y en colaboración tanto
con el gobierno central en Bagdad como con los responsables políticos
de la región autónoma del Kurdistán iraquí. Los congresistas
estadounidenses de diferentes partes, presentes en la Convención, ya han
expresado su apoyo a la iniciativa.