Texas, ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (Agencia Fides, 09/09/2016)) - La frontera entre México y Estados Unidos se ha
convertido en un escenario constante de paso de miles de migrantes que
desde el sur del continente tratan de llegar a América del norte, en un
intento desesperado de alcanzar una vida mejor.
La hermana Norma Pimentel, que ha participado recientemente en el
Jubileo Extraordinario de la Misericordia en el Continente Americano,
celebrado en Bogotá, es la directora de
Catholic Charities, con sede en el Valle del Río Grande, South Texas,
una organización que ayuda a miles de personas a lo largo de la
frontera.
En la Agencia Fides hemos recibido el interesante testimonio de vida y trabajo de esta religiosa, que publicamos a continuación.
“Se trata de una zona de ‘paso fronterizo ilegal’, donde las historias
que se leen en los periódicos se vuelven realidad cuando los emigrantes
intentan cruzar la frontera y son capturados por la patrulla fronteriza.
Este hecho constituye el inicio de un auténtico 'via crucis' de
padecimientos, después de recorrer miles de kilómetros arriesgando sus
vidas y las de sus hijos. Pero lo más triste de todo es reconocer que la
mayoría de los inmigrantes son niños solos”
“Hemos ayudado hasta esta fecha a más de 40.000 mil personas que han
cruzado esta área, y la nuestra ha sido una respuesta en la que ha
participado toda la población, no solo la Iglesia Católica sino todas
las diferentes iglesias. Todos unidos como un solo pueblo, en una
respuesta humanitaria”, ha dicho la hermana Norma. “Pero sin duda muchos
siguen muriendo en ese tramo de muerte y falta mucho por hacer” ha
añadido la religiosa.
La Hermana Norma trabaja en un centro de ayuda donde los refugiados
cuentan con comida, duchas, orientación y ayuda médica. Su testimonio ha
sido uno de los muchos que se han compartido en los 15 grupos de
trabajo en los que se ha analizado 'cómo se realiza la misericordia en
la misión de la Iglesia, en la propia Iglesia local, en el propio
pueblo'.