Washington, ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (Agencia Fides, 16/02/2017) – La asociación Franciscan Action Network de
los Estados Unidos se ha propuesto “ser solidaria con los hermanos y
hermanas indígenas y con la tierra” ante la disposición del Presidente
Trump de permitir la realización de los conductos para el oleoducto
pasando a través de la Reserva de Standing Rock Sioux, en Dakota del
Norte, y del oleoducto de Keystone, en Alberta, Canadá, hacia Steele
City Nebraska.
La asociación ha declarado lo siguiente: “Franciscan Action Network
condena con firmeza las acciones del Presidente Trump en lo referente a
la orden ejecutiva sobre el inicio de los trabajos para ambos conductos,
Keystone y Dakota. Permitir el saqueo y la destrucción de la
maravillosa creación de Dios para apoyar la codicia de unos pocos es
moral, espiritual y éticamente incorrecto y va en contra de las
enseñanzas de todos los grupos religiosos”.
“Las poblaciones indígenas en la zona involucrada de Dakota nos han
recordado - continúa el texto del comunicado – que '¡El agua es vida!'.
Como personas de fe que quieren responder a la llamada del Papa en la
Laudato Si para proteger la Tierra y su población, debemos ser
solidaridad con nuestros hermanos y hermanas indígenas y proclamar que
'el agua es vida', y declarar nuestra firme oposición a los trabajos de
excavación de Keystone Pipeline y de Dakota Pipeline” ha dicho Patrick
Carolan, director ejecutivo de la Franciscan Action Network.
“No se trata sólo de una cuestión moral, sino de una cuestión de
libertad religiosa. La construcción de un oleoducto a través de la
tierra sagrada de los pueblos indígenas es una violación de su libertad
religiosa, exactamente igual que si el Presidente Trump hubiese dado el
permiso para abatir la Catedral de St. Patrick en Nueva York para poder
construir una refinería de petroleo en su lugar”.
En la Agencia Fides hemos recibido esta noticia precisamente en el
momento en que el Papa Francisco encontraba, poco antes de la audiencia
general del miércoles, a los participantes del III Foro de los pueblos
indígenas convocado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola
(FIDA). “Cuando la actividad económica interfiere «con las culturas
indígenas y su relación ancestral con la tierra», debe prevalecer la
necesidad de un «consentimiento previo e informado» por parte de la
población local”, ha dicho el Papa.