Caracas, VENEZUELA (Agencia Fides, 10/04/2018) – Ante la destrucción ambiental de la Amazonía
Venezolana, los integrantes del Comité Central de la Red Eclesial
Amazónica (REPAM), en nombre de la Conferencia Episcopal
Venezolana (CEV) han lanzado un comunicado titulado “Amazonía
venezolana: los clamores de la tierra y de los pueblos exigen
respuestas”.
“Sabemos que es una situación que afecta a toda la Amazonía – se lee en
el comunicado recibido en la Agencia Fides -, y por ello, como
organización que abarca todos los países amazónicos, queremos plantear a
la sociedad y a todos los que nos consideramos Iglesia, las inquietudes
y llamadas a la responsabilidad común que tales situaciones exigen”.
Este llamamiento a la sociedad civil y a las instituciones pretende dar
voz a los pueblos indígenas afectados a causa del incremento de la
actividad minera, del incumplimiento de las condiciones mínimas de
explotación minera y de la depredación de la naturaleza en la Amazonía,
un territorio que abarca nueve países de latinoamericana y que esta
siendo depredado.
Monseñor José Ángel Divasson, Presidente de la REPAM Venezuela, durante
la rueda de prensa de presentación ha explicado que este problema
socio-ambiental es solo uno de los muchos que sufren las comunidades
indígenas en la actualidad y ha manifestando su “dolor al ver a la gente
muriendo por envenenamiento de agua contaminada con mercurio”. Además
ha querido remarcar como la explotación minera no puede ser la solución a
los problemas económicos de Venezuela. Por su parte el geógrafo Hector
Escandel, coordinador de la REPAM en la comunidad de Puerto Ayacucho,
capital del Estado de Amazonas (Venezuela) ha definido las acciones de
explotación minera como parte de un “modelo de desarrollo depredador”
que afecta al país y que no prioriza una economía que genere bienestar
sino pobreza y exclusión.
El llamamiento - respaldado por el Consejo Nacional de Laicos de
Venezuela (CONALAI), la Asociación Venezolana de Educación Católica
(AVEC) y Cáritas Venezuela -, recuerda como ante esta situación “la
Iglesia ha tomado, desde hace años, posiciones precisas, dirigidas a la
toma de conciencia de la gravedad de los problemas y de sus notables
consecuencias, y a proponer soluciones de respeto y equidad”.
Citando la Encíclica “Laudato Sì” del Papa Francisco, “instrumento
esclarecedor y estimulante, que se ha convertido en un punto de
referencia para todos”, y la reciente Exhortación Pastoral del CELAM
titulada “Discípulos Misioneros Custodios de la Creación” el llamamiento recuerda que todos estamos llamados a “ser
custodios de esta casa común, a cuidarla, defenderla para las
generaciones futuras” renovando el compromiso “con los pueblos que
habitan estas tierras para llevarles la Buena Noticia de Jesucristo, el
Salvador enviado por nuestro Padre Dios para que se haga realidad su
Reino de justicia, amor y paz en nuestro mundo”.