Loudong, TAIWÁN (Agencia Fides, 10/04/2018) – “Los misioneros camilos en Asia tienen la
misma alegría y entusiasmo hoy que en sus primeros años de misión. Se
dedican a la enseñanza del catecismo, al trabajo pastoral, en las zonas
más remotas, a muchas obras de caridad, como jardines de infancia,
hospitales, centros para personas mayores y discapacitados, centros
culturales; están presentes en casas de formación y seminarios para la
preparación de futuros sacerdotes y misioneros del Evangelio, también
para ser enviados a otros países del mundo”: así explica a la Agencia
Fides el Padre Luigi Galvani, misionero camilo en Flores, Indonesia,
contando las experiencias de los misioneros camilos de Taiwán, Filipinas
e Indonesia que en los últimos días se han reunido en Loudong, Taiwán,
para reflexionar sobre el tema “Carisma de San Camilo y misión”. “Los
misioneros presentes han encontrado en el carisma de San Camilo,
centrado en el servicio a los enfermos y los pobres, la
inspiración y la fuerza para dedicar lo mejor de sí mismos al trabajo
misionero”, comenta a la Agencia Fides.
La presencia de los camilos en Asia, que comenzó en 1943 en la gran
China, a lo largo de los años, se ha extendido a otros diez países
asiáticos. “En Taiwán, por ejemplo, en los casi 70 años de presencia, se
han realizado numerosas obras”, explica el misionero. Como por ejemplo
el St. Mary's Hospital con 700 camas, el Centro para discapacitados
mentales con 230 huéspedes, un nuevo hogar para ancianos con 150 camas,
una escuela de enfermería con más de 3 mil estudiantes y un centro
cultural con cientos de estudiantes.
En Filipinas, en 43 años de presencia, se han establecido 3 pequeños
hospitales misioneros en tres islas diferentes, 4 poliambulatorios, una
residencia de ancianos y discapacitados, una escuela con más de mil
estudiantes, además del servicio de atención pastoral en dos parroquias y
en algunos hospitales de las grandes ciudades, como Manila, Davao y
Baguio.
En Indonesia, una misión que cuenta tan solo con 9 años de vida, “el
objetivo principal - dice el p. Galvani - es la promoción vocacional y
la formación de jóvenes. Ya hay dos casas de formación con unos sesenta
jóvenes que constituyen la esperanza para el futuro de la misión”. “A
estos -continúa- pronto se sumarán dos centros sociales en dos islas
diferentes, Flores y Timor Occidental, para la recepción y formación de
jóvenes especialmente necesitados”. “Es hermoso ver cómo el carisma
camilo está vivo y sigue siendo actual en el compromiso misionero. Esto
da testimonio de manera concreta cómo camina la vida del Espíritu en la
misión. Con la buena voluntad, confianza en la Providencia y la
solidaridad de muchas personas generosas, además del apoyo de los
superiores, nuestros misioneros serán capaces de hacer, con la gracia de
Cristo, muchos más 'pequeños milagros del bien' para el Evangelio y la
Iglesia”, concluye el padre camilo.