Kabul, AFGANISTÁN (Agencia Fides, 05/04/2018) - “Los signos positivos en Afganistán en el primer
trimestre de 2018 están lejos de indicar que la guerra terminará, pero
se siguen dando pasos hacia la esperanza. Solo debemos tener una mirada
confiada y, sobre todo, rezar, porque el autor de la paz es uno, Dios”.
Así lo indica a la Agencia Fides el padre Barnabita, Giuseppe Moretti,
-misionero en la República Islámica de Afganistán de 1990 a 2015-,
refiriéndose a los acontecimientos que han afectado al país asiático en
conflicto desde hace casi cuarenta años.
El pasado 27 de marzo, en Tashkent, tuvo lugar el último de los pasos
del proceso de paz iniciado a principios de año. La capital de
Uzbekistán acogió un encuentro de alto nivel de la Conferencia
Internacional sobre Afganistán con el tema, “Proceso de paz, la
cooperación en materia de seguridad e interacción regional”. Se llevó a
cabo a partir de la iniciativa del presidente Shavkat Mirziyoyev quien
aseguró que “hay mucha atención puesta en Afganistán desde principios de
2018”. El 8 de enero, ante el Cuerpo Diplomático acreditado ante la
Santa Sede, el Papa indicó que Afganistán se encuentra entre las
naciones más necesitadas de paz. En febrero, tuvo lugar en Kabul la
cumbre de defensa de la región de Asia Central con la participación de
Estados Unidos y la OTAN. Y en el mismo mes, el presidente Ghani aseguró
que la paz no se puede lograr sin un acuerdo con los talibanes”,
explica el Barnabita.
Incluso desde la ONU llegan señales importantes: “En su último informe,
el enviado especial de la ONU a Afganistán, Tadamichi Yamamoto, invita a
los talibanes a responder a la oferta de diálogo propuesta por el
gobierno afgano y a abandonar su deseo de tratar Estados Unidos y
hacerlo con las autoridades de Kabul. Por desgracia, esta invitación ha
sido ignorada, como demuestran las constantes operaciones de sus
milicias”, asegura el padre Moretti, en referencia a los constantes
ataques desde enero. El último se produojo el 21 de marzo en un
santuario chií en el oeste de Kabul, causando 26 muertos y 18 heridos.
“Esperemos que las palabras den paso a los hechos, aunque lleve tiempo,
firmeza y valor. Por otro lado, la apertura del presidente Ashraf Ghani
al movimiento talibán se ha producido en claros términos: cualquier
decisión deberá garantizar los derechos y deberes constitucionales de
todos los ciudadanos y, en concreto, proteger los de las mujeres”,
señala el Barnabita.
En Uzbekistán, los representantes de los 24 países presentes en la
Conferencia firmaron la “Declaración de Tashkent”, prometiendo ser
promotores de iniciativas concretas, como la realización de grandes
obras en Afganistán. “Estoy convencido de que si quieres la paz, se debe
construir. Se puede hacer edificando escuelas, hospitales, casas,
calles, creando oportunidades de trabajo. En definitiva, con todo
aquello que es la base de una realidad democrática, permitiendo a las
personas dejar de escuchar el ruido de las armas y escuchar el sonido de
las excavadoras y las grúas que hacen nuevas infraestructuras”, pide el
padre Giuseppe Moretti. Durante sus 25 años de misión en Kabul, el
Barnabita creó la “Escuela de Paz Tangi Kalai”, un instituto cuyo
objetivo es enseñar a los niños los conceptos de paz y hospitalidad. Hoy
en día, la escuela alberga a 3.000 estudiantes, educados según los
programas estatales con maestros elegidos por el gobierno.