Río Negro, BRASIL (Agencia Fides, 18/05/2018) - La forma de entender la vida de los pueblos
indígenas debe llevarnos a reflexionar, a descubrir el valor de lo
pequeño, de aquello que es elemental en nuestro día a día. Es lo que se
desprende de una conversación entre la Agencia Fides y Braz Garrido
Melgueiro, líder de la comunidad de Iabe, situada a la orilla del Río
Negro, en la Amazonia brasileña. El cual al preguntarle como es la vida
cotidiana en una comunidad indígena dice: “aquí se vive tranquilamente,
no falta nada, tenemos pescado y harina de mandioca”. “La vida en la
ciudad es otra cosa, - continua explicando -, como les digo a mis
compañeros de comunidad cuando piensan en salir. Aquí tenemos nuestro
trabajo, no debemos a nadie, tenemos espacio para cazar, pescar, recoger
frutas en la floresta”.
El líder comunitario, reconoce a Fides, que “la globalización va
desenvolviendo cada vez más peligros”. Por eso, ve con preocupación “la
llegada de extranjeros que amenazan explotar la región. Tenemos miedo,
porque dependemos mucho de nuestra naturaleza para sobrevivir”. También
reconoce algunos peligros en el campo religioso, “cada vez más los
evangélicos vienen atrás de nosotros”. En ese sentido, reclama “mayor
presencia de la Iglesia católica, más visitas, profundizar en el
conocimiento de la Biblia, en la catequesis, pues los profesores, en
términos de religión, no se interesan por nuestros jóvenes. Cada vez
tenemos que tener un mejor entendimiento con los padres”, subraya Braz
Garrido Melgueiro.
Ante la poca presencia eclesial en esas comunidades, “tenemos que hablar
con quien vive en las comunidades próximas para resolver ese problema,
tenemos que entendernos y ayudarnos unos a otros a superar las
dificultades”, señala a la Agencia Fides. En ese sentido, prosigue el
líder de la comunidad de Iabe, “el padre tiene que ayudar a que las
comunidades tengan mayor conocimiento para superar esa dificultad”.
En referencia al Sínodo de la Pan-Amazonia, cuyo proceso ya está dando
sus primeros pasos, al preguntarle sobre cómo buscar nuevos caminos para
el trabajo evangelizador en las comunidades indígenas más distantes,
realidad presente en la vida de la comunidad de Iabe, el líder indígena
ve necesario que los participantes del Sínodo den “atención, hagan
visitas a las comunidades para ver la realidad. Pienso que no somos
nosotros quienes tenemos que relatar nuestra realidad en cuanto ellos
están lejos y no conocen nuestras dificultades. A veces las cosas pueden
ser escritas, pero sería mejor si ellos viesen nuestra realidad. Ellos
tienen que visitarnos” concluye.