CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 18 de mayo de 2018).- Con motivo del mes del Ramadán – que este año ha comenzado alrededor
del 16 de mayo- y de la fiesta de ‘Id al-Fitr 1439 H. / 2018 A.D., que
cae hacia el 15 de junio, el Pontificio Consejo para el Diáogo
Interreligioso ha enviado a los musulmanes de todo el mundo un mensaje
de buenos deseos titulado: Cristianos y musulmanes: de la competencia a la colaboración.
Sigue el texto del mensaje firmado por el Presidente, S.E. el Cardenal -Louis Tauran, y por el Secretario S.E. Mons. Miguel Ángel
Ayuso Guixot, M.C.C.I:
Mensaje
Queridos hermanos y hermanas musulmanes:
En Su Providencia, el Todopoderoso os ha ofrecido la oportunidad de observar nuevamente el ayuno de Ramadán y de celebrar 'Id al-Fitr.
El Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso aprecia la
importancia de este mes y el gran esfuerzo de los musulmanes de todo el
mundo para ayunar, rezar y compartir los dones del Todopoderoso con los
más pobres.
Conscientes de los dones que fluyen del Ramadán, nos unimos a vosotros
en la acción de gracias a Dios misericordioso por su benevolencia y
generosidad, y os brindamos nuestros mejores deseos.
Las reflexiones que quisiéramos compartir con vosotros en esta ocasión
se refieren a un aspecto vital de las relaciones entre cristianos y
musulmanes: la necesidad de pasar de la competencia a la colaboración.
En el pasado, las relaciones entre cristianos y musulmanes han estado
marcadas con demasiada frecuencia por un espíritu de competencia, del
que pueden verse las consecuencias negativas: celos, recriminaciones y
tensiones. En algunos casos han llevado a enfrentamientos violentos,
especialmente cuando la religión ha sido instrumentalizada,
principalmente a causa de intereses partidistas y motivos políticos.
Esta rivalidad interreligiosa ha marcado negativamente la imagen de las
religiones y de sus seguidores, alimentando la idea de que no son
fuente de paz sino, más bien, de tensión y violencia.
Para prevenir y superar estas consecuencias negativas, es importante
que nosotros, los cristianos y los musulmanes, si bien reconociendo
nuestras diferencias, recordemos los valores religiosos y morales que
compartimos. Reconociendo lo que tenemos en común y mostrando respeto
por nuestras diferencias legítimas, podemos establecer con más firmeza
todavía una base sólida para las relaciones pacíficas, pasando de la
competencia y el enfrentamiento a una cooperación eficaz para el bien
común. Esto beneficia, particularmente, a los más necesitados y nos
permite a todos ofrecer un testimonio creíble del amor del Todopoderoso
por la entera humanidad.
Todos tenemos el derecho y el deber de dar testimonio del Todopoderoso a
quien rendimos culto, de compartir nuestras creencias con los demás,
respetando su religión y sus sentimientos religiosos.
Para alentar las relaciones pacíficas y fraternales, trabajemos juntos y
honrémonos unos a otros. De esta manera, glorificaremos al Todopoderoso
y promoveremos la armonía en una sociedad cada vez más multiétnica,
multirreligiosa y multicultural.
Concluimos renovando nuestros mejores deseos de un ayuno fructífero y un gozoso ‘Id y os aseguramos nuestra solidaridad en la oración.
Del Vaticano, 20 de abril de 2018
Jean-Louis Cardinal Tauran
Presidente
+ Miguel Ángel Ayuso Guixot, M.C.C.J. Secretario