Bujumbura, BURUNDI (Agencia Fides, 17/05/2018) - 4.8 millones de electores están llamados a
las urnas hoy en Burundi para votar en el referéndum sobre la
controvertida enmienda constitucional destinada a permitir que el
presidente Pierre Nkurunziza pueda permanecer en el poder durante 15
años, hasta 2034. El referéndum fue boicoteado por grupos opositores y
de la sociedad civil, pero el presidente Nkurunziza ha firmado un
decreto que penaliza las campañas para boicotear el voto.
La campaña del referéndum se desarrolló en un clima de intimidación,
según aseguran los obispos de Burundi en su carta pastoral publicada a
principios de mayo, en la que se condenan “las acciones de algunos
burundeses que utilizan la violencia y el abuso de poder para oprimir la
libertad de expresión y opinión de sus oponentes políticos”.
“La mayor parte de los burundeses viven en el miedo, incluso sin decir
lo que piensan, por temor a represalias”, denuncian los obispos para los
que la propuesta de un referéndum sobre la reforma constitucional va en
contra de la propia Constitución . “De hecho es más que discutible si
se han tenido en cuenta las disposiciones del artículo 299 de la
Constitución que actualmente nos rige. Este artículo establece que no se
puede aplicar ningún procedimiento de revisión si socava la unidad
nacional, la cohesión del pueblo de Burundi o la reconciliación. Como
podemos ver, en lugar de unir Burundi, el proyecto de reforma de la
Constitución parece haber exacerbado las diferencias”, escriben los
obispos.
En 2015 Nkurunziza ya obtuvo un tercer mandato a expensas de la antigua
Carta Constitucional y los Acuerdos de Paz de Arusha, lo que provocó una
crisis política muy grave que obligó a 400.000 burundeses a refugiarse
en países vecinos. “Con la nueva Constitución Nkurunziza podrá volver a
presentarse a las elecciones para obtener dos mandatos de 7 años cada
uno con el fin de permanecer en el poder durante otros 14 años, hasta
2034”, indicaron a la Agencia Fides fuentes de la Iglesia en Burundi.
“Muchos burundeses han sido forzados a registrarse en el censo electoral
para el referéndum. La oposición no puede hacer campaña para invitar a
la población a votar “no” en el referéndum. Bajo estas condiciones, es
casi seguro que la reforma constitucional será aprobada. Además, las
elecciones presidenciales de 2020 corren el riesgo de ser una farsa”,
concluyen estas fuentes.
El presidente Nkurunziza ya está preparando las elecciones de 2020 con
una ordenanza de diciembre de 2017 que obliga a los ciudadanos de
Burundi a contribuir a su financiación.