Managua, NICARAGUA (Agencia Fides, 22/05/2018) – "La paz que estamos buscando no es la paz de
los cementerios, ni la de los esclavos sumisos, es la paz que nace de
las personas reconciliadas. Hemos aceptado ser mediadores del Diálogo
Nacional no para invitar a las delegaciones extranjeras o
internacionales. Nosotros, como obispos, aceptamos la oportunidad de
reunirnos con diferentes grupos, con el fin de presentar nuestras
preocupaciones y nuestra desconfianza en los acuerdos anteriores sin
transparencia y en secreto": estas son las palabras de Monseñor José
Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, encargado por la Conferencia
Episcopal de Nicaragua para informar a la prensa sobre el proceso de
diálogo nacional que se desarrolla en el Seminario en Managua.
En rueda de prensa de ayer el Obispo ha querido resaltar, a través de un
video enviado a la Agencia Fides que "se ha terminado el juego sucio en
Nicaragua, no más engaño, nada de juego sucio o en secreto! Nosotros,
como obispos, no aceptaremos que suceda esto en este diálogo , no se
verá! " Al final dijo: "Les decimos una cosa: deben confiar en los
Obispos, no queremos decepcionar a nadie! ¡Hacemos todo lo posible por
el amor de Jesucristo y por el amor de nuestro país, Nicaragua!"
Sigue el Diálogo Nacional que ha logrado sentar en la misma mesa al
presidente Ortega, a los empresarios, a los estudiantes y representantes
de la sociedad para buscar soluciones a la situación de crisis social y
política que vive el país, y que ya han producido más de 70 muertos. En el tercer día de trabajo, el lunes 21 de
mayo, los estudiantes presentaron su solicitud al presidente Ortega para
que dejara el cargo. El representante estudiantil, Lesther Alemán, dijo
que la crisis continuará en Nicaragua hasta que el presidente Daniel
Ortega continúe en el poder: "Podemos ser pocos (a la mesa del diálogo)
pero hay miles que nos apoyan afuera, más bien, millones" dijo.
En nombre del gobierno, Denis Moncada, se quejó de que, junto con la
protesta de los estudiantes universitarios en las manifestaciones hay
actividad criminal, y añadió que las barricadas hechas por los
estudiantes violan los derechos a la movilización y causan pérdidas a la
economía.
En su discurso Medardo Mairena, un representante de los agricultores y
campesinos, argumentó que no se puede pedir a los manifestantes para
quitar las barricadas, porque no hay garantías sobre la seguridad una
vez abandonadas las calles y entradas a las ciudades. Al final del día,
los participantes del Diálogo acordaron implementar las recomendaciones
de la Comisión Internacional de Derechos Humanos, que, entre otras
cosas, establece: poner fin a la represión, garantizar el derecho a
protestar, "crear un mecanismo de investigación internacional sobre los
actos, sobre la violencia que se produjo, con garantías de autonomía e
independencia para garantizar el derecho a la verdad e identificar
adecuadamente a los responsables".