Se trata de un encargo exclusivamente pastoral, en continuidad con la misión del Enviado Especial de la Santa Sede a la parroquia de Medjugorje, confiada a Monseñor Hoser el 11 de febrero de 2017, y completada por él en los últimos meses.
La misión del Visitador Apostólico tiene la finalidad de asegurar un acompañamiento estable y continuo de la comunidad parroquial de Medjugorje y de los fieles que van allí en peregrinación, cuyas necesidades requieren una atención particular.