Almaty, KAZAJSTÁN (Agencia Fides, 24/06/2020) - Los sacerdotes misioneros en Kazajstán, así
como todos los extranjeros presentes en el territorio nacional, pueden
enfrentarse a problemas de permanencia en el país debido a las nuevas
disposiciones sobre la entrada y residencia, vinculadas a la propagación
del Covid-19. Así lo declara a la Agencia Fides el p. Guido Trezzani,
un misionero en Kazajstán en la comunidad de la “Aldea del Arca” en
Talgar, cerca de Almaty.
El misionero, actualmente Director de Caritas Kazajstán, dice: “Hay un
gran interrogante sobre nuestra futura presencia en Kazajstán: es una
situación que cambia todos los días, no tenemos certezas. Solo sabemos
que el 10 de julio finalizará la moratoria que permite el regreso a los
países de origen sin sanciones administrativas para todos los
extranjeros a quienes haya caducado la visa durante la primera fase de
emergencia, o para aquellos que estaban aquí gracias al llamado régimen
de 30 días. Esta es una regla que permitía a los ciudadanos de 57 países
visitar Kazajstán sin el requisito de una visa, hasta un máximo de un
mes, y que ha sido suspendida desde mayo hasta el 1 de noviembre de
2020. Cualquier persona con una visa que expire debe regresar en su país
de origen y solicitar allí su renovación, pero por el momento parece
que ninguna embajada de Kazajstán en el mundo está otorgando el
documento. Mi visa, por ejemplo, expirará a principios de septiembre y
probablemente tenga que regresar a Italia a la espera de las nuevas
disposiciones”.
El reciente aumento en el número de personas contagiadas (entre ellas el
ex primer ministro Nursultan Nazarbayev) empeora la situación
burocrática ya confusa. De hecho, un mes después del final de la
emergencia nacional, un nuevo pico de casos de Covid-19 ha llevado a las
autoridades kazajas a bloquear y cerrar actividades en las principales
ciudades (Nur-Sultan, Almaty y Karaganda) y Otras áreas más pequeñas.
“La situación parece haber empeorado en los últimos días. Nuestros
números son mucho más bajos que en otras áreas del mundo, pero con el
aumento de los contagios, vamos hacia atrás”, señala don Trezzani.
Las nuevas medidas de contención también podrían retrasar la
inauguración de un centro de día dedicado a niños con síndrome de Down,
construido por Caritas Kazajstán en la ciudad de Almaty y financiado por
las autoridades locales. A este respecto, el misionero explica: “A
principios de año nos reunimos con representantes de un departamento de
administración de la ciudad a quienes pedimos que apoyaran nuestro
trabajo con niños discapacitados. Hace unas semanas recibimos
confirmación de su financiación hasta el 31 de diciembre. Tuvimos que
preparar documentos, contratos y procedimientos de saneamiento en unos
pocos días. La fecha de inicio programada era el 18 de junio. Contamos
con empezar unos días tarde, a menos que la situación empeore tanto que
volvamos al cierre total del país”, concluye.
En Kazajstán, la Iglesia Católica tiene 4 diócesis, con un total de 70
parroquias. Hay 91 sacerdotes presentes en la nación, incluidos 61
diocesanos y 30 religiosos. Según los datos oficiales proporcionados por
el Ministerio de Asuntos Exteriores de Kazajstán, de los más de 17
millones de habitantes del país, alrededor del 26% son cristianos, y el
1% de ellos son de fe católica.