Jerusalén, ISRAEL (Agencia Fides, 26/06/2020) - El Tribunal de Distrito de Jerusalén ha
rechazado definitivamente la solicitud presentada por el Patriarcado
greco ortodoxo de Jerusalén pidiendo cancelar la venta de tres
propiedades inmobiliarias patriarcales a la organización de colonos
judíos Ateret Cohanim. El fallo de la corte israelí - informan los
medios israelíes -, tuvo lugar el miércoles 24 de junio y parece cerrar
definitivamente la batalla legal sobre los bienes en disputa, que ha
durado casi 16 años.
Dos de los tres edificios en cuestión, el Hotel “Petra” y el Hotel
“Imperial”, se encuentran cerca de la Puerta de Jaffa, considerada la
entrada más directa para acceder al barrio cristiano de la Ciudad Vieja
de Jerusalén.
La venta tuvo lugar en 2004, y la noticia había provocado protestas y
descontento dentro de la comunidad cristiana greco ortodoxa, que culminó
con la deposición del Patriarca Ireneo I por parte del Santo Sínodo por
cargos de enajenación indebida de los edificios del Patriarcado.
En agosto de 2017, el Tribunal de Distrito de Jerusalén había rechazado
los intentos legales del Patriarcado greco ortodoxo de Jerusalén para
hacer reconocer como “ilegal” y “sin autorización” la adquisición de
algunas de sus propiedades por parte de la organización judía Ateret
Cohanim. Después de aquella sentencia, los Patriarcas y Jefes de las
Iglesias de Jerusalén firmaron un documento conjunto (véase Fides
5/9/2017) en el que denunciaban “un intento sistemático para minar la
integridad de la Ciudad Santa” y “para debilitar la presencia cristiana
en Tierra Santa”. Un proyecto que, según los jefes de las Iglesias, se
manifestaba claramente en las “violaciones del Status Quo” de los Santos
Lugares.
En el documento conjunto, firmado también por Teophilos III, Patriarca
greco ortodoxo de Jerusalén y por el Arzobispo Pierbattista Pizzaballa,
Administrador apostólico del Patriarcado latino de Jerusalén, se
expresaba una firme oposición a “cualquier acción” puesta en marcha por
“cualquier autoridad o grupo” que trate de violar y socavar las “leyes,
acuerdos y regulaciones que han gobernado nuestras vidas durante
siglos”.
El Patriarcado Ortodoxo de Jerusalén apeló contra el fallo de 2017 ante
la Corte Suprema de Israel, que el 10 de junio de 2019 confirmó la
regularidad de la transferencia de las propiedades, legítimamente
compradas por intermediarios extranjeros que actuaron en nombre de
Ateret Cohanim. Luego, en diciembre de 2019, la disputa legal se
reabrió, después de que un juez del Tribunal de Distrito de Jerusalén
cuestionase el fallo anterior de la Corte Suprema, abriendo
efectivamente la posibilidad de comenzar un nuevo juicio sobre el
controvertido tema. Ahora, el enésimo pronunciamiento del Tribunal de
Distrito de Jerusalén parece marcar el final definitivo de la lucha
alrededor de los edificios en disputa de la Ciudad Vieja de Jerusalén.
Pero aún no se ha dicho la última palabra: el Patriarcado greco ortodoxo
de Jerusalén reaccionó ante los últimos pasos de la historia con una
declaración en la que afirmo estar "asombrado" por la decisión del
Tribunal de
Distrito, calificándola como injusta, y la voluntad de presentar otra
apelación, llevando de nuevo el asunto a la atención de la Corte Suprema
de Israel.