Zomba, MALAWI
(Agencia Fides, 20/06/2020) - “Cuando el Covid 19 llegó a Malawi, nos encontramos
sin preparación y asustados. Hasta ahora, Dios nos ha salvado de sufrir
muchas muertes como ha sucedido en Europa y otras partes del mundo.
Hasta la fecha, hay más de 500 casos, que en la mayoría son atribuibles a
personas llegadas del extranjero. El temor es que los brotes del virus
puedan desarrollarse localmente”. Así lo informa en una entrevista con
Fides, el obispo George Desmond Tambala, obispo de la diócesis de Zomba,
hablando sobre cómo la población está afrontando la propagación del
coronavirus en el país.
La emergencia sanitaria en Malawi corre el riesgo de ampliar la brecha
ya existente entre el campo y la ciudad. El 85% de la población vive en
zonas rurales, no tiene acceso a la información y desconoce la gravedad
de la situación. “El impacto del virus en estas personas es
potencialmente peligroso - señala Mons. George -, porque es más difícil
poner en práctica el distanciamiento social y seguir las pautas
higiénico-sanitarias”. La situación en la ciudad es diferente, donde las
campañas de sensibilización y las medidas tomadas por las empresas han
dado sus frutos. Cualquier persona que entre en bancos, tiendas,
estaciones de servicio y otros negocios es invitado a lavarse las manos.
“Sin embargo - continúa el prelado -, muchos han perdido sus empleos
durante este período y es probable que los focos de pobreza aumenten
también en la ciudad, alimentando así una espiral en la que aquellos que
no pueden pagar las prácticas de prevención más básicas se conviertan
en presa fácil del virus y amplificadores del contagio”. En todo el país
se han cerrado las escuelas y universidades y se han prohibido las
reuniones con más de 100 personas. Para garantizar el distanciamiento
social, se ha aplicado un acceso limitado al transporte público y
privado.
Además, las condiciones de vida de los más pobres son motivo de gran
preocupación. De hecho, alrededor de las tres cuartas partes de la
población de Malawi se dedica a trabajos informales: “Son las personas
más expuestas al contagio de Covid-19”, subraya Mons. Ambala. “Se trata
principalmente de agricultores y pequeños comerciantes que van al
mercado por la mañana para vender sus productos al por menor”. En este
contexto, la diócesis de Zomba ha tomado de inmediato medidas para
contener la propagación del coronavirus, estableciendo un grupo de
trabajo específico, lanzando campañas de concientización y recaudación
de fondos. “Queremos desempeñar un papel importante en la lucha contra
esta epidemia - dice Mons. George -, compartiendo con los fieles toda la
información relacionada con la enfermedad y las medidas preventivas,
como la higiene personal”.
“La reanudación de las celebraciones eucarísticas fue recibida con gran
alegría por los fieles”, señala el Obispo y, sobre los desafíos de la
Iglesia local, sostiene que “este tiempo de pandemia puede ofrecer la
oportunidad de reflexionar sobre cómo podemos adoptar nuevas formas de
evangelización: debemos preguntarnos cómo podemos ser más solidarios,
especialmente con aquellos que tienen serios problemas financieros
debido a la pérdida de empleos. Necesitamos fortalecer la fe a nivel
familiar - concluye - y tener una mirada atenta hacia los jóvenes que
han demostrado en este período, una gran capacidad para apoyar los
esfuerzos y dar una valiosa contribución para detener los contagios”.
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El vídeo de la entrevista con el obispo George Tambala en el canal de Youtube de la Agencia Fides -> https://youtu.be/hpbRF1hDezw