Johannesburgo, SUDÁFRICA (Agencia Fides, 19/06/2020) – Después de la muerte de una quinta
religiosa, el convento de la Congregación de las Hermanas de la Preciosa
Sangre de Umtata, en Sudáfrica, ha sido transformado en una instalación
de cuarentena de Covid-19. “Confirmamos la terrible noticia: hemos
perdido otra alma”, ha declarado Su Exc. Mons. Sithembele Sipuka, obispo
de Umtata, el 18 de junio, al anunciar la muerte de la hermana Ambrose
Shabalala, que tenía 80 años.
En el convento viven 40 monjas que han sido sometidas a controles: 17 monjas han dado positivo al Covid-19.
El Departamento de Salud en la región del Cabo Oriental de Sudáfrica ha
anunciado que el convento se ha transformado en un centro de cuarentena.
“Hemos evaluado el convento y hemos llegado a la conclusión que la
instalación es adecuada para la cuarentena y el autoaislamiento, por lo
que hemos proporcionado instrucciones sobre cómo deben comportarse los
individuos en cuarentena y los aislados”, ha informado un responsable de
las autoridades sanitarias locales.
El contagio en el convento comenzó con la infección de una monja que trabaja como enfermera en el hospital de St. Mary.
“En su mensaje de condolencias y solidaridad, la Conferencia Episcopal
del África Austral (SACBC) ha expresado su “profunda tristeza y sincera
simpatía hacia la Provincial y las hermanas de la Congregación de la
Preciosa Sangre por la repentina desaparición de las monjas en este
corto período de tiempo”.