Temuco, CHILE (Agencia Fides, 24/06/2020) - Mons. Héctor Vargas Bastidas, Obispo de Temuco y
Presidente de la Pastoral Indígena de la Conferencia Episcopal de Chile
(CECh), en una entrevista publicada en el Diario Austral de la ciudad
de Temuco el domingo 21 de junio, se refiere a los anuncios y las
promesas hechas al mundo indígena sin llevarlos a cabo, en preparación
para la celebración del Día Nacional de los Pueblos Indígenas, el 24 de
junio.
En Chile, en 2015, la Presidenta Michelle Bachelet le pidió a Mons.
Vargas la difícil tarea de liderar la comisión para Araucania, un
territorio indígena en el país latinoamericano. La Comisión había
logrado elaborar un plan muy concreto que involucraba al mundo mapuche
en los ámbitos político, religioso, económico y social. En esta
entrevista, el Arzobispo Vargas recuerda que precisamente en la
proximidad de la fecha límite para definir un acuerdo entre el gobierno y
los pueblos indígenas, todavía hay algunos puntos pendientes.
"Me parece que a lo largo de la historia, la relación con estos pueblos
no ha podido satisfacer las necesidades de este enorme desafío. Un
camino vacilante es quizás el resultado de una política de indecisión
que genera una deuda con muchas heridas y consecuencias dolorosas no
solo para el mundo indígena ", dijo el obispo Vargas.
"Es de destacar que los presidentes Bachelet y Piñera han pedido
públicamente perdón a estos pueblos en nombre del estado. Sin embargo,
ha habido poco progreso real en temas sustantivos, en lugar de medidas
específicas, lo que crea confusión porque las promesas que el estado ha
hecho a menudo permanecen sin efectos significativos ", denuncia el
obispo de Temuco.
El prelado concluye con una actitud de esperanza: "Siempre hay un
momento en que hay voluntad, diálogo y respeto mutuo de las partes, y en
este escenario nadie debe ser excluido de contribuir. Se necesita un
progreso particular en la voluntad real política, para definir
soluciones y compromisos de honor, que no se perciben con la claridad
necesaria, se requiere no solo por el bien de los pueblos, sino para
toda la sociedad y por la enorme riqueza que significa la identidad de
un Chile intercultural. Ademas la fe nos dice que todos somos hermanos,
hijos del mismo Padre que está en el cielo".