Manila, FILIPINAS (Agencia Fides, 26/06/2020) - Las Iglesias Cristianas en Filipinas, y entre
ellas la Iglesia Católica, están ayudando a 4.5 millones de familias con
necesidades básicas desde el 15 de marzo, fecha en que empezó wl
"bloqueo" de todas las actividades para detener la propagación del
coronavirus. Según la información de Fides el "Foro de organizaciones
religiosas de Filipinas" (FBO PH), una red ecuménica extendida en las
diócesis e iglesias cristianas, las Iglesias y organizaciones
relacionadas con ellas han distribuido asistencia financiera y
necesidades básicas hasta ahora por valor de 30 millones de dólares,
según los datos recopilados hasta el 18 de junio. Los tres Consejos
principales, la Conferencia Episcopal de Filipinas (CBCP), el Consejo
Nacional de Iglesias en Filipinas (NCCP) y el Consejo Filipino de
Iglesias Evangélicas (PCEC), formaron el Foro como un organismo de
cooperación mutua.
"Los grupos basados en la fe en varias iglesias siempre han estado
cerca de los más desfavorecidos. Durante esta pandemia, las iglesias han
combinado esfuerzos y recursos para ayudar a los necesitados", ha
declarado a Fides el padre Edwin Gariguez, secretario ejecutivo de la
National Secretariat for Social Action (NASSA) de los obispos católicos
filipinos. "La crisis de salud causada por el brote de Covid-19 desafía a
todos los cristianos e iglesias a encontrar formas de actuar y
contribuir para hacer frente a las crisis humanitarias", ha dicho.
Las autoridades eclesiales están alentando a las personas a participar
en el voluntariado, en los diversos programas de ayuda y también a
explorar formas de recaudar fondos entre las personas y las comunidades.
El obispo protestante Noel Pantoja, responsable de los servicios de
ayuda y desarrollo de esa Iglesia, ha dicho: "Todas las comunidades
cristianas en el país tienen la responsabilidad de responder a las
necesidades reales de las personas, a pesar del bloqueo. En estos
tiempos difíciles, el trabajo misionero de las Iglesias debe continuar
con sacrificio y compromiso".
Minnie Anne Mata-Calub, del NCCP, recuerda que "las organizaciones no
gubernamentales, los grupos cristianos y otras asociaciones humanitarias
vinculadas al mundo cristiano siempre han ayudado a las personas. A
veces, el gobierno no reconoce su contribución, pero su ayuda es
innegable para todos los que se han beneficiado de ella. En esta crisis –
agrega -, es necesario que las Iglesias y el gobierno trabajen codo a
codo por el bien común".
"En esta situación, los recursos deben usarse con cuidado e
inteligencia", añade Jing Rey Henderson, responsable de comunicaciones
de Caritas Filipinas, señalando que este es el objetivo de una estrecha
colaboración entre las Iglesias de diferentes confesiones. "En tiempos
de crisis, las personas vulnerables, en particular las comunidades
afectadas por desastres y por la pobreza, deben poder recibir el apoyo
necesario para el sustento diario, superar el momento difícil,
levantarse y volver a recuperar la esperanza".