Abuja, NIGERIA (Agencia Fides, 24/06/2020) - “Los crecientes casos del odioso crimen de
violación son aterradores. La cultura de la violación es tan repugnante y
reprensible como deshumanizante”, ha declarado Su Exc. Mons. Ignatius
Ayau Kaigama, arzobispo de Abuja, el domingo 21 de junio. “La violación
inflige un trauma psicológico indescriptible en la vida de las víctimas.
La violación no es solo un acto gravemente pecaminoso, sino también un
acto extremadamente bárbaro y criminal”. “Esperamos que los
perpetradores de estos crímenes atroces sean castigados severamente en
base a la ley y liberados del espíritu maligno que los lleva a cometer
crímenes sexuales tan horribles”, ha agregado.
“Los crímenes sexuales ofenden a Nuestro Señor, causan daños físicos,
psicológicos y espirituales a las víctimas y perjudican a la comunidad
de los fieles”, ha afirmado Mons. Kaigama, quien ha invitado a los
nigerianos, especialmente a “los cristianos a ayudar a restaurar nuestro
mundo enfermo que ha perdido el sentido del pecado”.
El aumento en los casos de violación contra mujeres en Nigeria en las
últimas semanas ha provocado protestas en algunas áreas del país, así
como el lanzamiento en las redes sociales del hashtag #WeAreTired para
pedir acciones urgentes y justicia para las víctimas.
Entre el 28 de mayo y el 1° de junio, dos estudiantes universitarias,
Uwaila Vera Omozuwa, de 22 años, y Barakat Bello, de 18, fueron violadas
y asesinadas en dos agresiones sexuales diferentes.
“La violación y la muerte de estas chicas no son eventos ocurridos por
azar, sino que son la culminación de prácticas culturales malvadas”, ha
declarado el grupo Women Against Rape (Mujeres contra la violación) en
Nigeria, en una petición presentada al parlamento.
Muchos nigerianos critican el sistema judicial que, según parece,
dificulta condenar a los hombres acusados de violación y, en cambio,
lanza cargos difamatorios contra las víctimas de violencia sexual. En
Nigeria, no es raro que no se denuncien las violaciones. Algunas
víctimas y sus familias, temiendo el estigma, la extorsión policial y la
falta de confianza en el proceso judicial, optan por no denunciar los
casos a las autoridades.
En 2019 en la capital federal, Abuja, algunas mujeres arrestadas durante
una redada policial acusaron a los oficiales de haberlas violentado.
Los datos sobre el número de casos reportados son muy limitados, pero
una encuesta nacional sobre violencia contra los niños en Nigeria,
realizada en 2014, reveló que una de cada cuatro mujeres ha sufrido
violencia sexual en la infancia, con alrededor del 70% que señaló más de
un episodio. Solo el 5% pidió ayuda y solo el 3.5% la recibió.
Los gobernadores de los 36 estados de Nigeria también han declarado el
estado de emergencia por violación y otras formas de violencia de género
contra mujeres y niños.