CIUDAD DEL VATICANO,
28 julio 2014 (VIS).- El Cardenal Leonardo Sandri, Prefecto de la
Congregación para las Iglesias Orientales, presidió ayer domingo la
Divina Liturgia en la Catedral de San Pedro Apóstol de los Caldeos
en San Diego (Estados Unidos). El purpurado rezó por los cristianos
que en Iraq, madre patria de la Iglesia caldea, son perseguidos e
incluyó en su oración a los de Siria, Palestina y Egipto, así como
a los pertenecientes a la comunidad greco-católica en Ucrania que
atraviesan, como sus compatriotas, por una difícil situación
Por su parte el
Obispo de la eparquía. Sarhad Yawsip Hermiz Jammo, dio las gracias
al purpurado por el consuelo que su visita y sus oraciones, como
representante del Papa FRANCISCO, representaban para todos los
cristianos de Oriente y agregó que en comunión con el Sucesor de
Pedro perseverarán en la fe de Abraham, y cómo el patriarca hebreo
estarán preparados para partir hacia la tierra que Dios les indique
aprendiendo a leer la historia en una dimensión más elevada.
En su homilía, el
Cardenal Sandri, agradeció a los presentes, y a los cristianos en
situaciones conflictivas su fidelidad dolorosa al Evangelio
asegurándoles la oración y la bendición del Papa FRANCISCO, al
igual que la cercanía de toda Iglesia y manifestó el deseo de que
haya paz y justicia para todos los que se ven golpeados por una
violencia tan increíble como insensata.
El Prefecto de la
Congregación para las Iglesias Orientales, en su visita a
California, ha encontrado ya a la comunidad maronita de Los Ángeles
y de San Diego, así como a la siro-malabar. En los próximos días
visitará a los armenios y saludará a los sacerdotes de la Iglesia
siria, copta, greco-melquita y greco-catolica rumana que ejercen su
ministerio pastoral en esa región estadounidense. La ya nutrida
diáspora oriental, prevé un aumento significativo, sobre todo de
cristianos procedentes de Iraq, debido al conflicto en curso. La
inmigración es un desafío pastoral de proporciones históricas - ha
reiterado el Cardenal - que requiere aún más esfuerzo por parte de
la Iglesia latina en su atención por las Iglesias Orientales.