Karachi, PAKISTÁN
(Agencia Fides, 25/07/2014) – Entre los desplazados internos
también hay cristianos e hindúes provenientes de Waziristán del
Norte, un área donde el gobierno de Pakistán en las últimas
semanas ha lanzado una ofensiva antiterrorismo contra los grupos
talibanes. Según lo informado a la Agencia Fides, 65 familias
cristianas y 15 familias hindúes han salido de la ciudad de
Miranshah y de las aldeas de Waziristán del Norte, refugiándose en
escuelas cristianas en la ciudad de Bunnu, gestionadas por la
“Iglesia de Pakistán” (Comunidad Anglicana).
Según fuentes del
Gobierno, hay alrededor de un millón de desplazados, el 74% de los
cuales son mujeres y niños, y están siendo asistidos en estructuras
gubernamentales. Los cristianos y los hindúes desplazados al no
haber sido registrados oficialmente en el distrito de Bunnu, no
pueden recibir la asistencia y los beneficios asegurados a otros
refugiados. Por tanto, las comunidades cristianas locales piden al
gobierno que trate a los refugiados, que son todos ciudadanos de
Pakistán, “del mismo modo”, sin ningún tipo de discriminación
basada en la religión.
Pero el peso de la
ofensiva contra los talibanes también lo ha soportado un inocente.
Según lo informado a la Agencia Fides por la “Asian Human Rights
Commission”, Anisur Rehman Soomro, ciudadano de 17 años de edad,
de Sindh, fue detenido, encarcelado ilegalmente durante once días,
torturado y asesinado por la policía en Karachi, acusado de ser
miembro de un grupo de talibanes. Se ha pedido que se abra lo más
pronto posible una investigación independiente sobre el caso.