San Pedro Sula, HONDURAS (Agencia Fides, 09/03/2016) – “Honduras está pasando por días
difíciles en esta Cuaresma por los últimos hechos que han llevado el
luto a las familias” dice el obispo auxiliar de San Pedro Sula, Su Exc.
Mons. Romulo Emiliani, recordando que la Cuaresma es el tiempo litúrgico
de la conversión.
“Aunque las estadísticas que manejan las instituciones encargadas
coinciden en que los homicidios han bajado, nos impactan los crímenes
que se cometen, sobre todo la masacre en Comayagüela y a la líder
indígena Berta Cáceres. Esto causa
consternación y vergüenza entre la población porque a nivel
internacional volvemos a ser noticia, pero de una manera triste. Me
duele por las muertes, pero también porque Honduras es mucho más que
eso. A nivel internacional solo trascienden las tragedias y seguimos
teniendo mala fama internacional” ha dicho el obispo.
La nota enviada a la Agencia Fides por una fuente local, informa sobre
el diálogo del obispo con la prensa local, cuando ha subrayado: “Tenemos
que reflexionar y pensar sobre nuestros pecados colectivos, por
ejemplo, la falta de sensibilidad ante el dolor provocado por el hambre y
la pobreza extrema. Nos hemos acostumbrado ya a ver miseria, y esa no
la quiere Dios. Todos tenemos algo de culpa de lo que está pasando en
Honduras”.
Mons. Emiliani también ha dirigido un llamamiento a los sicarios: “Cada
vez que se mata a alguien hay huérfanos, viudas, madres que lloran,
familias que caen en duelo y luto. A los sicarios y autores
intelectuales de esas muertes les digo que ¡ya dejen de matar!. Si acá
en la Tierra hay impunidad, no lo habrá en el juicio final. Hay un
infierno preparado para aquel que siga matando, se la verán con Dios y
con Dios no se juega”.