Juba, SUDÁN DEL SUR (Agencia Fides, 06/05/2016) - “La contaminación del agua, de la tierra, del
aire, la deforestación y la tala de árboles sin reemplazo, los bosques
quemados, el pastoreo excesivo, la desertificación y la explotación del
petróleo como la fuente de mayor ingresos del país, pero también grave
agente contaminante”. Estas son las amenazas al hábitat humano y natural
que debe afrontar Sudán del Sur, según los religiosos que trabajan en
el país.
Al final de una reunión dedicada a la Encíclica “Laudato Sí”, los
superiores de los más de 500 religiosos que trabajan en Sudán del Sur,
reunidos en la RSASS (Religious Superiors’ Association of South Sudan),
han emitido una declaración titulada “Cuidemos de nuestra casa común -
Sudán del Sur”. (“Let us take care of our common home- South Sudan”).
Sudán del Sur está saliendo de una guerra civil que ha tenido un fuerte
impacto negativo en la vida social. “En los largos años de guerra hemos
perdido la relación con nuestros hermanos y hermanas, convirtiéndonos en
Caín que mató a su hermano”, se subraya en el documento, enviado a la
Agencia Fides. “Hemos perdido nuestra relación con Dios que nos ha
confiado, como gerentes, su creación, y auto-proclamándonos señores de
la creación hemos puesto en peligro nuestra casa sagrada”.
Para remediar esta situación, los religiosos que trabajan en Sudán del
Sur se han comprometido a garantizar que “la educación de los niños, los
jóvenes y los líderes se convierta en una prioridad en las parroquias y
escuelas” y a utilizar los medios de comunicación, especialmente la
radio, para difundir el mensaje de la “Laudato Sí”.
Por último, proponen sensibilizar a la población para plantar árboles,
mantener limpio el medio ambiente y mejorar las técnicas de cultivo.