Manila, FILIPINAS (Agencia Fides, 19/09/2016) – “En la campaña de justicia expeditiva han
muerto inocentes: muchos son asesinados sobre la base de meras
sospechas, sin verificar las acusaciones en los tribunales. Este aspecto
alarma a la Iglesia y recientemente ha sido un tema reafirmado por los
Obispos”: dice a la Agencia Fides el p. Sócrates Mesiona,sacerdote que
vive en Manila, Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias en
Filipinas.
“Todos los días aquí en Manila, oímos hablar de personas asesinadas
sobre la base de sospechas o redadas policiales. Por este motivo los
obispos han expresado su preocupación: ya van más de 3.500 víctimas de
ejecuciones sumarias”, señala el director de las OMP.
“Es cierto que la droga es un grave flagelo que afecta a la nación, pero
lo que pedimos es que el asunto sea afrontado con los medios propios
del estado de derecho y del respeto a la vida de todos los ciudadanos”,
afirma el p. Mesiona. “Esto podría ser un punto de fricción entre la
Iglesia y el presidente Duterte, pero esperamos que la situación pueda
volver a las vías de la dialéctica democrática y de la 'colaboración
vigilante' de la Iglesia con las autoridades políticas”, señala.
“Muchas instituciones católicas participan activamente en la asistencia a
los toxicodependientes en su rehabilitación para salir de la adicción.
Esperamos que este compromiso continúe: de este modo, la Iglesia hace su
parte, poniéndose al servicio de las personas débiles y vulnerables “,
concluye.
El arzobispo Sócrates Villegas, presidente de la Conferencia Episcopal
de Filipinas en los últimos días ha lanzado un mensaje pidiendo a las
autoridades policiales que garanticen el respeto de los derechos humanos
y la dignidad humana, en la lucha contra el tráfico de drogas.