El Cairo, EGIPTO (Agencia Fides, 19/09/2016) - La “dignidad de Egipto” se refleja “en la
dignidad y el honor con el que se acoge al presidente de Egipto, tal
como merece”. Con esta motivación los coptos egipcios están llamados a
ofrecer la acogida que se merece “Egipto, representado por su querido
presidente que llega a la tierra de la inmigración, expresando su cálida
acogida con respeto, honor y dignidad”.
Estas son las expresiones netas y claras con las que el Patriarca copto
ortodoxo Tawadros II, en una carta dada que ha dado a conocer el
Patriarcado ayer, ha querido confirmar la petición emitida en los
últimos días por la Arquidiócesis copta ortodoxa de Norteamérica a los
fieles coptos que viven en los EE.UU., de manera
que incluso públicamente, manifiesten su apoyo al presidente Abdel
Fattah al Sisi durante su visita a Nueva York, con ocasión de la 71ª
asamblea general de la Organización de las Naciones Unidas (UNGA71).
La intervención del Patriarca también tiene como objetivo responder a
las reacciones adversas registradas en alguna comunidad copta ortodoxa
con respecto a este llamamiento: “muchas personas” escribe el Papa
Tawadros en su carta, enviada a la Agencia Fides, “pueden verse
afectadas por la información inexacta y mal difundida por los medios de
comunicación, que publican mentiras y calumnias contra la condición real
de los egipcios, tanto coptos como musulmanes”. Estos artículos, de
acuerdo con el Patriarca, manipulan los hechos: “Egipto”, añade el
primado de la Iglesia copta ortodoxa, “puede que en este momento no sea
el mejor país del mundo, pero con sus líderes y sus ciudadanos se
esfuerza por mejorar y convertirse en una de las mejores sociedades a
nivel mundial. Y este resultado se logrará mediante decisiones
vinculantes, proyectos a gran escala, gracias a las manos laboriosas de
nuestros jóvenes, y con la ayuda de nuestros amigos”.
La iniciativa de la Arquidiócesis copta ortodoxa de América del Norte,
se producía tras las polémicas suscitadas a finales de julio por las
manifestaciones públicas realizadas por algunos grupos de la diáspora
copta también en Washington, ante la Casa blanca, para protestar contra
la violencia que sufren los cristianos en Egipto.
Antes de esas manifestaciones, desde el Patriarcado copto ortodoxo había
llegado mensajes de alerta contra posibles instrumentalizaciones, y el
aviso a no organizar movilizaciones en el extranjero ni campañas
públicas que pudiesen ser percibidas como intentos de “interferencia” en
los asuntos internos de Egipto, realizados por organizaciones y grupos
extranjeros.