Nairobi, KENIA Agencia Fides, 19/09/2016) - “Muchos de los refugiados somalíes del campo
de Dadaab (en el noreste de Kenia) “han aceptado volver a Somalia porque
temen que Kenia les obligue por la fuerza a marcharse si se quedasen”
denuncia Human Rights Watch (HRW).
Según la organización internacional humanitaria, la repatriación de los
somalíes no tiene nada de “voluntaria” y va en contra del acuerdo de
noviembre de 2013, firmado por Kenia, Somalia y el Alto Comisionado de
la ONU para los Refugiados (ACNUR), con el que los firmantes se
comprometían a garantizar la repatriación voluntaria de somalíes en
condiciones de seguridad y dignidad.
“De acuerdo con la práctica internacional sobre los refugiados, la
repatriación voluntaria se toma en consideración solo si los refugiados
pueden elegir de verdad regresar y si están plenamente informado de las
condiciones de su país de origen”, afirma HRW en un comunicado enviado a
la Agencia Fides.
En mayo de 2016, el gobierno de Nairobi anunció un plan para acelerar la
repatriación de los somalíes y para cerrar el campamento de Dadaab en
noviembre. Los obispos de Kenia en varias ocasiones han criticado esta
decisión.
Desde el inicio de la campaña de repatriación en diciembre de 2014 hasta
mediados de agosto, unos 24.000 refugiados somalíes ya habían regresado
a su país. De éstos, 18.110 regresaron durante el 2016 y 10.000 después
del anuncio del cierre del campo.
Las operaciones de repatriación se suspendieron el 29 de agosto, cuando
las autoridades de Jubaland, la región somalí fronteriza con Kenia,
donde se están dirigiendo la mayoría de los refugiados, declaró que no
puede ayudar a más refugiados a regresar.