CARTAS DEL SANTO PADRE FRANCISCO
AGOSTO 2016
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CARTA APOSTÓLICA
EN FORMA DE «MOTU PROPRIO»
EN FORMA DE «MOTU PROPRIO»
DEL SUMO PONTÍFICE
FRANCISCO
FRANCISCO
con la que se instituye el
Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral
En todo su ser y obrar, la Iglesia está llamada a promover el
desarrollo integral del hombre a la luz del Evangelio. Este desarrollo
se lleva a cabo mediante el cuidado de los inconmensurables bienes de la
justicia, la paz y la protección de la creación. El Sucesor del Apóstol
Pedro, en su labor de promover estos valores, adapta continuamente los
organismos que colaboran con él, de modo que puedan responder mejor a
las exigencias de los hombres y las mujeres, a los que están llamados a
servir.
Con el fin de poner en práctica la solicitud de la Santa Sede en los
mencionados ámbitos, como también en los que se refieren a la salud y a
las obras de caridad, instituyo el Dicasterio para el servicio del
desarrollo humano integral. En modo particular, este Dicasterio será
competente en las cuestiones que se refieren a las migraciones, los
necesitados, los enfermos y los excluidos, los marginados y las víctimas
de los conflictos armados y de las catástrofes naturales, los
encarcelados, los desempleados y las víctimas de cualquier forma de
esclavitud y de tortura.
En el nuevo Dicasterio, regido por el Estatuto que con fecha de hoy apruebo ad experimentum,
confluirán, desde el 1 de enero de 2017, las competencias de los
actuales Consejos Pontificios que se indican a continuación: el Consejo
Pontificio Justicia y Paz, el Consejo Pontificio «Cor unum», el Consejo
Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes y el Consejo
Pontificio para la Pastoral de la Salud. En esa fecha, estos cuatro
Dicasterios cesarán en sus funciones y serán suprimidos, quedando
abrogados los artículos 142-153 de la Constitución apostólica Pastor Bonus.
Cuanto deliberado con esta Carta apostólica en forma de «Motu
proprio», ordeno que entre en vigor de manera firme y estable, no
obstante cualquier disposición contraria, aunque sea digna de particular
mención, y que sea promulgada mediante publicación en L’Osservatore Romano y, posteriormente, en Acta Apostolicae Sedis, entrando en vigor el 1 de enero de 2017.
Dado en Roma, junto a San Pedro, el 17 de agosto de 2016, Jubileo de la Misericordia, cuarto de mi Pontificado.
FRANCISCO
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AL PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ARGENTINA
CON OCASIÓN DE LA FIESTA DE SAN CAYETANO
CON OCASIÓN DE LA FIESTA DE SAN CAYETANO
1° de agosto de 2016
S.E.R. Mons. José María Arancedo
Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina
Querido hermano:
Dentro de pocos días celebramos la fiesta de San Cayetano. Por medio tuyo quiero hacer llegar mi saludo y bendición a tantos hombres y mujeres que se congregarán en los diversos templos del país dedicados al Santo para pedir pan y trabajo o para agradecer el hecho de que no les falte.
Recuerdo conmovido los 7 de agosto en Buenos Aires. La Misa en el Santuario de Liniers y luego el recorrido de la cola de la gente hasta el Estadio de Velez. Saludar, escuchar, acompañar la fe de ese pueblo sencillo... y tantas veces, ante la angustia de hombres y mujeres que quieren y buscan trabajo y no encuentran ..., sólo atinaba a un apretón de manos, una caricia, mirar esos ojos humedecidos de dolor, y llorar dentro. Llorar sí, porque es duro cruzar tu vida con un padre de familia que quiere trabajar y no tiene posibilidad de lograrlo.
A San Cayetano pedimos pan y trabajo. El pan es más fácil conseguirlo porque siempre hay alguna persona o institución buena que te lo acerca, al menos en Argentina donde nuestro pueblo es tan solidario. Hay lugares en el mundo que ni esa posibilidad tienen. Pero trabajo es tan difícil lograrlo, sobre todo cuando seguimos viviendo momentos en los cuales los índices de desocupación son significativamente altos. El pan te soluciona una parte del problema, pero a medias, porque ese pan no es el que ganás con tu trabajo. Una cosa es tener pan para comer en casa y otra es llevarlo a casa como fruto del trabajo. Y esto es lo que confiere dignidad.
Cuando pedimos trabajo estamos pidiendo poder sentir dignidad; y en esta celebración de San Cayetano pedimos esa dignidad que nos confiere el trabajo; poder llevar el pan a casa. Trabajo, esa T (que junto con las otras dos T: Techo y Tierra) está en el entramado básico de los Derechos Humanos; y cuando pedimos trabajo para llevar el pan a casa estamos pidiendo dignidad.
La sabiduría de nuestro pueblo usa un dicho para calificar a quien, pudiendo trabajar no lo hace: "Ese vive de arriba". Y nuestra gente menosprecia a quienes "viven de arriba", porque arteramente atisban en ellos una cierta falta de dignidad.
Querido Arancedo: que en esta fiesta de San Cayetano todos los Obispos sepamos acompañar a nuestros hermanos que piden pan y trabajo. Y lo hagamos con cariño, cercanía y oración, y pidamos también para nosotros esa gracia: que nunca nos falte trabajo, ese trabajo al que nos envía el Señor y que nos confiere dignidad.
Por favor, no te olvides de rezar por mí. Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide. Fraternalmente,
FRANCISCO
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