Abuja, NIGERIA (Agencia Fides, 17/09/2016) - “La santidad y la dignidad de la vida humana se
ve socavada constantemente en nuestro país” denuncian los obispos de
Nigeria en el comunicado emitido al final de su Asamblea Plenaria, que
se ha realizado en el Domus Pacis Pastoral Centre, en Akure, estado de
Ondo, del 8 al 16 de septiembre.
“Las personas, especialmente las mujeres y los niños, se ven reducidos a
la categoría de mercancía y son objeto de trata dentro, a través y
fuera de nuestro país con el fin de utilizarlos para la explotación
sexual, la esclavitud y la extracción de órganos”, afirma el documento
enviado a la Agencia Fides. La causa de esta situación se debe a la
pobreza vinculada a las difíciles condiciones económicas que se derivan
de la caída de los precios del petróleo, la principal fuente de ingresos
del país. “La economía está en recesión” constatan los obispos. “Muchas
personas han perdido sus puestos de trabajo, y los que tienen la suerte
de conservarlo no reciben su salario justo”.
Los obispos piden al gobierno la “diversificación de la economía,
lanzando políticas fiscales y monetarias, estimulando la inversión, y
comprometiéndose en favor de una economía productiva y no consumista”. A
continuación, lanzan un llamamiento a los nigerianos “para que reduzcan
el despilfarro, moderen sus preferencias por los productos extranjeros y
sean más cautelosos con los gastos”.
En el comunicado también se reafirma la preocupación de los obispos por
la situación política y social en Nigeria, como ya expresaron en su
mensaje “Restablecer la confianza en Nigeria”, publicado poco antes de
la conclusión de la Plenaria. Se pide al
gobierno que afronte las causas fundamentales de la violencia en el
Delta del Níger y de la perpetrada por los pastores en diferentes zonas
del país.
En el plano religioso, el mensaje señala que “es triste ver que la
religión es representada como un problema de la nación en lugar de una
solución”. Esto debido “al creciente número de personas mal preparadas
que fundan iglesias y mezquitas, y a las controversias verbales
deletéreas entre miembros de diferentes grupos religiosos que promueven
su agenda religiosa miope”.
“En este momento difícil de nuestra historia como pueblo, lanzamos un
llamamiento a realizar esfuerzos conjuntos para superar el mal espíritu
de la competencia desleal, la sospecha, la negatividad y de todas las
actitudes duras entre cristianos y musulmanes. Llamamos a los creyentes
en el único Dios verdadero a no ceder en la búsqueda de la verdad y a
defenderla. Juntos podemos liberar a la religión de las fuerzas que la
tomado como rehén”.