CIUDAD DEL VATICANO (http://L'Oservatore Romano / http://www.news.va - Septiembre 8 de 2016). «La unidad se hace dando
pasos», este fue el comentario del Papa FRANCISCO después de abrazar al amigo
Giovanni Traettino, pastor de la Iglesia evangélica de la reconciliación. El
jueves 8 de septiembre, por la tarde, el Pontífice recibió en la Casa Santa
Marta la visita de Traettino acompañado por otros seis pastores: Geoffrey Allen
(Brescia), Mauro Adragna (Palermo), Ernesto Bretscher (Turín), Franco Bosio
(Caserta), Salvatore Interlandi (Marcianise) y Rino De Felice (Salerno). «Para
devolver la visita que el Pontífice nos hizo hace dos años en Caserta —nos dice
el pastor pentecostal— hemos pensado en crecer en el diálogo dando un horizonte
comunitario a nuestros encuentros, es decir, elevando el perfil de nuestra
respuesta y visitando al Papa como familia espiritual».
El encuentro tuvo lugar
en un clima de gran sencillez y fraternidad: antes de sentarse en los sillones
de la sala ubicada a la entrada de la domus, los siete huéspedes con el
Pontífice se recogieron en oración, tomados de la mano y recitando el
Padrenuestro. Luego el pastor Traettino tomó la palabra para agradecer al Papa
esta ocasión y para expresar cómo, gracias a estos encuentros, el diálogo
entres las Iglesias tuvo «en los últimos años una aceleración inesperada». Por
lo demás, destacó, el interés principal de la Iglesia evangélica de la
reconciliación es precisamente «reconciliar a los alejados, reconciliar a los
cristianos y reconciliar el mundo». Y en este diálogo cada vez más consolidado
y amistoso, añadió, «hemos reconocido la mano soberana del Señor».
Por su parte, el Papa
FRANCISCO puso de relieve cómo ciertos pasos —así como los que se han dado, por
ejemplo, con los valdenses o el encuentro con el Patriarca Kiril— son cosas que
«ha sentido en el corazón», y realizado con espontaneidad. Son «pasos». Y
destacó: «La unidad se hace dando pasos. En camino». Un camino paciente y
continuo. El Pontífice añadió que se pregunta cuál será el día preciso de la realización
de la unidad plena, la respuesta prevé un día exacto: «el día después de la
venida del Hijo del hombre». A los cristianos, mientras tanto, después de que
en la historia se han sucedido tantas cosas que los han alejado entre sí, les
corresponde «rezar, arrepentirse de las cosas que no están haciendo bien y
caminar juntos». Fundamental, explicó el Papa, es la disponibilidad al perdón:
«Cuando se acarrean cosas malas se debe pedir perdón». Y el perdón debe tener
«el estilo de Dios», que «olvida todo».