Bamako, MALI (Agencia Fides, , 19/06/2017) - Dos ataques en 24 horas contra objetivos muy
simbólicos para demostrar que la situación en Mali no se ha
estabilizado. Ayer, domingo 18 de junio, en la capital, Bamako, un grupo
de terroristas atacó el complejo turístico “Kangaba”, asesinando a dos
civiles. Dos atacantes murieron en el tiroteo contra los militares
malienses que intervinieron con el apoyo de las tropas francesas para
liberar a los civiles secuestrados. Al mismo tiempo, el aeropuerto de
Tombuctú, en el norte del país, fue atacado con misiles. En la ciudad se
ha decretado el estado de emergencia.
“No tenemos ninguna evidencia hasta ahora de que los dos ataques hayan
sido cometidos por el mismo grupo, ya que del ataque de Bamako, que yo
sepa hasta el momento, no se han producido reivindicaciones. Pero es muy
probable” dice a la Agencia Fides don Edmond Dembele, Secretario
general de la Conferencia Episcopal del Mali.
El sacerdote subraya que “los ataques con misiles y morteros en Tombuctú
y en Kidal son cada vez más frecuentes. Se trata de ataques regulares,
dirigidos contra los militares de la MINUSMA (Misión de la ONU en Mali) y
con objetivos en el centro de las dos ciudades, que viven en tensión
constante”.
Además de los yihadistas del Grupo de Apoyo al Islam y a los
musulmanes”, nacido de la unión de los cinco grupos islamistas
presentes, en Mali operan varios grupos armados más. Algunos de base
étnica, sobre todo los Tuareg, mientras que otros nacidos para apoyar al
gobierno. “En Kidal, la semana pasada se produjeron enfrentamientos
entre grupos rebeldes tuareg y una milicia de autodefensa aliada con las
instituciones estatales. Un choque en el que los diferentes grupos
étnicos han tenido un papel” recuerda don “En Mali hay demasiados grupos
armados, y cuanto más numerosos son, más difícil es coordinar las
negociaciones con unos y otros. Cada grupo también tiende a querer
demostrar que es capaz de golpear, por lo que los ataques se
multiplican.
Por último la situación se complica aún más por la
presencia de grupos yihadistas que tienen una proyección regional. Los
yihadistas reciben un flujo constante de refuerzos en hombres y armas de
los países vecinos
. Los
estados del Sahel tiene la intención de formar una fuerza conjunta para
abordar el terrorismo que afecta además de Mali, a Mauritania, Burkina
Faso, Níger y Chad” concluye el sacerdote.