CIUDAD DEL VATICANO (Agencia Fides, 21/06/2017) – La primera Concelebración 
Eucarística en la Capilla del palacio de Propaganda Fide, tras su 
nombramiento como Prefecto de la Congregación para la Evangelización de 
los Pueblo, fue presidida por el Card. Ivan Dias el 3 de julio de 2006, 
en la fiesta del apóstol Tomás, el gran evangelizador de la India. En 
esa circunstancia invitó a los Superiores, oficiales y a todo el 
personal del Dicasterio Misionero y de las Obras Misionales presentes en
 la Misa, a imitar el ardor misionero de Santo Tomás con la mente y el 
corazón: “Que nuestro servicio este impregnado de la convicción que 
Jesucristo es el único Salvador del mundo, el Camino, la Verdad y la 
Vida, y animado por el celo de Santo Tomás por la Iglesia y por el Reino
 de Dios”.
La profunda espiritualidad mariana del cardenal Dias se expresaba además
 de en su vida cotidiana, especialmente en las etapas más importantes de
 su ministerio. En el día del XXV aniversario de la ordenación episcopal
 el 19 de junio de 2007, en la Capilla del Pontificio Colegio Urbano 
dijo: “Pongo estos 25 años de ministerio Episcopal en el Corazón 
Inmaculado de María, porque María ha cuidado todo mi Episcopado, y con 
Ella quiero repetir al Señor: soy tu siervo, como dice mi lema 
episcopal”. Además en el 50 aniversario de la ordenación sacerdotal, el 9
 de diciembre de 2008, expresó el mismo sentimiento: “Me siento obligado
 a expresar mi gratitud filial a María, a la que he dedicado mi 
sacerdocio, desde sus inicios, como un esclavo de amor en la escuela de 
Saint-Louis Maria Grignion de Montfort. Mi lema episcopal 'servus' se 
inspira en su espiritualidad. La Virgen ha sido la madrina de mi 
sacerdocio, por lo que siempre ha estado a mi lado como Mad
re,
Maestra y Reina”.
El 28 de noviembre de 2007, en Kibeho (Ruanda), diócesis de Gikongoro, 
el Card. Dias presidió la celebración de clausura del Año jubilar por el
 XXV aniversario de la primera aparición de la Virgen María en ese 
lugar. En Lourdes inauguró el Año celebrativo del ciento cincuenta 
aniversario de las apariciones (8 diciembre 2007-2008). En su homilía, 
dijo entre otras cosas: “recemos a la Virgen, ya que nos fortalece en 
las batallas espirituales de todos los días para que podamos vivir 
plenamente nuestra fe cristiana mediante la práctica de las virtudes que
 distinguieron el fiat de la Virgen María, el Magnificat y el Stabat: 
esto significa una fe inquebrantable (Fiat), una alegría sin medida 
(Magnificat), y una fidelidad inflexible (Stabat)”.
Los mensajes e intervenciones, así como los viajes del Card. Dias, 
Prefecto de la Congregación fueron muy numerosos. En su mensaje al 
Primer Congreso Misionero de África Occidental, que abrió 15 noviembre 
de 2006 en Ouagadougou, Burkina Faso, escribió: “Para la Congregación 
para la evangelización de los Pueblos la formación misionera del 
personal apostólico constituye la prioridad de las prioridades. El 
espíritu misionero no puede progresar si los Obispos, sacerdotes, 
religiosos y laicos no se conciencian más vivamente de que el anuncio 
del mensaje evangélico está intensamente inscrito en su vocación de 
consagrados”. 
En Abidjan, en Costa de Marfil, el Card. Dias pronunció un discurso a 
los obispos riunidos para la XVII Asamblea de la CERAO, que se celebró 
del 2 al 8 de febrero de 2009 “No faltan los desafíos en África y 
preocupan los corazones de los pastores - dijo en su discurso -: el 
crecimiento y las cualidades humanas, sacerdotales, espirituales, 
morales y la santidad de los sacerdotes y de todo el pueblo de Dios 
(...). Deseo llamar la atención sobre los desafíos que podrían llegar 
desde el exterior, debido a la globalización”. Es por eso que “la 
gravedad de los desafíos invita a los pastores a la previsión, al 
discernimiento y a la reflexión”.
En la Conferencia de Lambeth, la reunión decenal de todos los obispos 
anglicanos del mundo, que tuvo lugar en Canterbury (Inglaterra) del 16 
de julio a 3 de agosto de 2008 el Card. Ivan Dias habló de “Misión, 
Justicia Social y Evangelización”, y recordó que hoy el mundo necesita 
testigos de “la belleza de la fe cristiana sin vergüenza o compromisos”.
En el comentario a la Intención Misionera para el mes de octubre de 
2006, entre otras cosas, el Cardenal Dias instó: “la humanidad del 
tercer milenio tiene más necesidad que nunca de Cristo, de conocer el 
amor del Padre y la fuerza de su espíritu. Todavía es necesario hoy ser 
misioneros para esta humanidad tan preocupada e inquieta, porque 
aquellos que todavía no han oído hablar de Jesucristo puedan conocerle, y
 aquellos que lo han repudiado con su comportamiento, puedan volver al 
camino correcto. Pero para que esta misión se realice es necesario que 
alguien se haga cargo, es necesario que todo bautizado asuma esta 
tarea”.