Arauca, COLOMBIA (Agencia Fides, 27/06/2017) – Los migrantes venezolanos que están pasando la 
frontera con Colombia son cada vez más numerosos: llegan en busca de 
trabajo, de algún pariente lejano o simplemente buscando una posibilidad
 de subsistencia mejor que la que tienen en Venezuela. Esto ha llevado a
 las autoridades colombianas de la frontera a elevar los niveles de 
control, de forma particular en Arauca, donde muchos buscan evadir los 
controles para llegar a Colombia.
La iglesia católica sigue constantemente esta situación de crisis y hace
 unos días, de manera reservada, se reunieron el obispo de la diócesis 
de Guasdualito (Apure, Venezuela), Mons. Pablo Modesto González Pérez, 
S.D.B., y el obispo de la diócesis de Arauca (Colombia), Mons. Jaime 
Muñoz Pedroza. “Ha sido una reunión exploratoria, para ver cómo están 
las cosas, previendo lo que pueda pasar” ha dicho Mons. Muñoz, que 
también ha informado de la presencia de los representantes de la UNHCR, 
la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados.
Según la nota enviada a la Agencia Fides por una fuente local, durante 
cuatro horas, en la sede de la Diócesis de Arauca, el grupo ha analizado
 la situación, señalando los problemas económicos las carencias de los 
venezolanos. Mons. Gonzalez ha admitido que la situación en su país “se 
ha convertido en un desafío” complicada por las protestas que no se 
detienen desde hace meses.
“Hay que hacer algo, hay que prever. Es gente que pasa hambre, necesitan
 comida” ha dicho Mons. Muñoz. Luego ha explicado que en Arauca no se 
sabe como afrontar un grupo así de numeroso. Por ahora, a través de 
Pastoral Social se dan algunas ayudas, pero “eso es una gota de agua en 
medio del desierto”. Para el obispo de Arauca, “el gobierno nacional 
tiene que estar más pendientes de lo que está pasando en esta frontera”.