Abuja, NIGERIA (Agencia Fides, 31/01/2018) - Ataques de pastores armados, secuestros para
pedir rescate, desplazados internos sin ayuda. Estas son las plagas
denunciadas por la Conferencia Episcopal de Nigeria en una declaración
recibida por la Agencia Fides.
Los Obispos denuncian las “masacres masivas de compatriotas cometidas
por pastores armados en algunas comunidades en los estados de Adamawa,
Kaduna y Taraba”. “Debido a las condiciones climáticas desfavorables,
explica el documento, los ganaderos se ven obligados a moverse en busca
de otros pastos para salvar a sus rebaños. Pero aquellos sin escrúpulos
llevan a sus rebaños a pastar en los campos cultivados por los
agricultores. Cuando estos últimos tratan de oponerse a la destrucción
deliberada de sus medios de vida, son objeto de ataques mortales”.
Los obispos llaman a las autoridades a intervenir para evitar la
repetición de estos actos criminales, de lo contrario advierten, “las
personas se verán tentadas a defenderse para proteger sus vidas y
propiedades”. La solución no es crear “colonias de pastoreo”, como
proponen algunos Estados, sino alentar a los agricultores a establecer
ranchos cercados “en línea con las mejores prácticas internacionales”.
La segunda plaga reportada es la de secuestros con el propósito de
extorsión que ha alcanzado “proporciones inimaginables”. “Día tras día
los ciudadanos son secuestrados, humillados y traumatizados por bandas
armadas. Los secuestradores son despiadados, letales y operan sin
escrúpulos de conciencia. En sus esfuerzos por extraer grandes sumas de
dinero, someten a sus víctimas a una violencia indescriptible que dura
semanas o incluso meses”. Los obispos lanzan una apelación “en nombre de
Dios a los secuestradores para que cambien sus corazones y busquen
medios limpios para ganarse la vida”. Entre las personas secuestradas
hay varios sacerdotes, religiosos y religiosas.
El fruto más amargo del conflicto y la inseguridad son los miles de
desplazados internos. Junto a ellos hay varios miles de ciudadanos de
Camerún, que han huido de su país debido a las tensiones secesionistas
en las regiones de habla inglesa en la frontera con Nigeria.
Los refugiados cameruneses en Nigeria han sido recibidos en los estados
de Taraba, Benue y Cross River. “Para superar su experiencia dramática,
necesitan tolerancia y un clima acogedor, así como camas, comida, agua,
buenas instalaciones de saneamiento y atención médica. Los hijos de
desplazados y refugiados también necesitan acceso a una buena
educación”, dice el mensaje.
“Por todo ello, invitamos a todos los hombres y mujeres de buena
voluntad a proporcionar ayuda material a los desplazados internos y
refugiados a través de Cáritas” piden los obispos que denuncian robos y
violencia sexual contra las personas acogidas en los campamentos.