Dili, TIMOR ORIENTAL (Agencia Fides, 30/01/2018) – Las elecciones anticipadas en Timor Oriental son
la solución anunciada por el Presidente de la República, Francisco
Guterres, para resolver el estancamiento político en el país. El primer
ministro Mari Alkatiri, en el cargo desde septiembre de 2017, no ha
logrado obtener una mayoría en el Parlamento, para apoyar a un gobierno
presidido por él.
“La decisión de una nueva votación ha sido generalmente bien recibida
por las personas e instituciones de todas las clases sociales:
políticos, comentaristas, analistas, fuerzas de defensa, simples
ciudadanos, incluso por el clero católico. El presidente ha tomado una
decisión clave que influye en las vidas de las personas”, dice en una
entrevista con la Agencia Fides Acacio Pinto, economista y estudiosos de
ciencias sociales, comprometido en la Iglesia y en la sociedad.
“La gente aprecia la decisión del presidente, que ha actuado con
respecto hacia la soberanía popular”, agrega. “Por primera vez, el país
está experimentando elecciones anticipadas. Se necesita una
interpretación armoniosa de las disposiciones que rigen la formación del
gobierno. De lo contrario, se crean confusión, malentendidos y
conflictos”, dice Pinto.
Ermenia Soares Guterres, profesora católica en elDili Institute of
Technology, explica a la Agencia Fides: “Lo que está sucediendo a nivel
político en Timor Oriental denota un conflicto de intereses y un deseo
de poder: la nación está en desarrollo y la política es deficiente en la
defensa el derecho de la población. Veamos, qué sucederá en el futuro,
porque los temerosos votarán de nuevo. Francamente, no estoy feliz”.
Soares Guterres recuerda que “Xanana Gusmao (primer presidente y luego
Primer Ministro de Timor Oriental, ndr) hizo todo lo posible para
defender nuestra frontera marítima con Australia, ya que nuestra
principal fuente de ingresos proviene del petróleo compartido con
Australia. Temo que sus esfuerzos serán en vano: nuestro gobierno es muy
débil para manejar esta situación”.
El gobierno está implementando su plan de desarrollo estratégico de 20
años para 2011-2030, que se centra en los ingresos de la explotación
petrolera para desarrollar la economía y aliviar la pobreza.
Las elecciones se llevarán a cabo en 2018, pero la fecha aún no está
establecida. Dado que las tensiones entre grupos políticos rivales han
crecido en los últimos seis meses, hay temores de violencia social.