El Cairo, EGIPTO (Agencia Fides, 23/01/2018) – La Comisión de Asuntos Exteriores del
Parlamento egipcio redactó una respuesta al memorándum adjunto al
proyecto de resolución sobre la alarma “por los ataques contra los
cristianos coptos en Egipto”, presentada el pasado 21 de diciembre a la
discusión del Congreso de los Estados Unidos por seis parlamentarios
estadounidenses. El lunes 22 de enero, el jefe del comité parlamentario
egipcio, Tarek Radwan, anunció que el documento de seis páginas será
enviado al Congreso de los Estados Unidos para refutar las declaraciones
contenidas en el memorándum de los Estados Unidos, que apunta a
acreditar la existencia de una discriminación sistemática de los coptos
en Egipto llevada a cabo por el presidente Abdel Fattah al Sisi. El
documento preparado por la Comisión parlamentaria egipcia – como informa
la prensa nacional - tiene como objetivo documentar la convergencia de
musulmanes y coptos en la "revolución" del 25 de enero de 2011, que
condujo a la caída del régimen de Hosni Mubarak. La responsabilidad de
los conflictos sectarios que siguieron a ese pasaje histórico – está
escrito en el texto redactado por la Comisión egipcia - debe atribuirse
en su totalidad a los Hermanos Musulmanes, que llegaron al poder
democráticamente en 2012 y cuyo gobierno, liderado por Mohamed Morsi,
fue derrocado en junio de 2013, después de las manifestaciones de
protesta apoyadas por decenas de millones de egipcios, cristianos y
musulmanes. La revolución del 30 de junio de 2013 – se lee en el texto –
representó una reacción al intento de convertir Egipto en un estado
sectario, pero después de este giro, la ira de los grupos extremistas se
desató más ferozmente contra los cristianos coptos, lo que hizo
registrar un aumento impresionante de la violencia sectaria e incluso
las masacres de cristianos coptos perpetradas por bandas yihadistas.
Tras la caída del régimen de los Hermanos Musulmanes -insiste el texto
preparado por la Comisión Parlamentaria Egipcia-, el gobierno egipcio,
bajo la dirección del Presidente al Sisi, se propuso reafirmar todos los
derechos de ciudadanía para todos los egipcios, poniendo fin a la
violencia y la discriminación contra los coptos. El ejército egipcio –
está escrito entre otras cosas en el documento - "emprendió la
reconstrucción y renovación de hasta 83 iglesias en todo Egipto",
mientras que el artículo 244 de la nueva Constitución "ayudó a los
cristianos a ganar 39 escaños en el parlamento por primera vez" , y se
aprobó una ley en agosto de 2016 para facilitar la construcción de
nuevas iglesias. Además, pronto se discutirá una ley preparada por la
Comisión contra la Discriminación para garantizar que ninguna minoría
religiosa en Egipto sea discriminada o penalizada en la distribución de
cargos públicos. La respuesta de la Comisión Parlamentaria Egipcia
también incluye una frase pronunciada por el Patriarca copto Tawadros II
("Es mejor tener una patria sin iglesias que tener iglesias sin
patria") para dar fe de cómo los coptos afirman en todo momento su
fisonomía de Iglesia autóctona y de componente constitutivo de la nación
egipcia.
El proyecto de resolución sobre la alarma “por los ataques contra los
cristianos coptos en Egipto”, presentado ante el Congreso de los Estados
Unidos por seis parlamentarios estadounidenses el 21 de diciembre, ya
había provocado controversia en Egipto, incluso por parte de
parlamentarios egipcios de fe copta. En el
texto de ese proyecto de resolución parlamentaria, después de una breve
descripción de los eventos y acontecimientos concernientes a las
comunidades cristianas en Egipto, se pedía al Congreso recordar al
gobierno egipcio el “llevar a cabo reformas serias y legítimas para
garantizar a los cristianos coptos los mismos derechos y mismas
oportunidades que todos los demás ciudadanos egipcios”. En particular,
la necesidad urgente de medidas por parte de las autoridades egipcias
para reformar la educación garantizando “la enseñanza de todas las
religiones” y “una reforma política que garantice los derechos humanos,
las libertades fundamentales y el estado de derecho”. El egipcio Hafez
Abu Saada, miembro del Consejo Nacional de Derechos Humanos, también
conocido fuera de Egipto por sus campañas en defensa de los derechos de
ciudadanía en su tierra natal, había dicho que la resolución de los
Estados Unidos debía considerarse como un instrumento utilizado por los
Estados Unidos para ejercer presión política sobre el gobierno egipcio.
Según Hafez Abu Saada, en el Egipto de hoy no existe una discriminación
“institucionalizada” contra los cristianos, y la persistencia de la
violencia sectaria y la intimidación contra los coptos no se puede
atribuir a los líderes políticos actuales.