Kinshasa, REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO (Agencia Fides, 29/01/2018) - “En ninguna parte de la Biblia, Jesucristo ha
presidido alguna vez una comisión electoral” ha afirmado polémicamente
el presidente Joseph Kabila en una conferencia de prensa convocada el 26
de enero para hacer un balance de la situación política, económica y de
seguridad en la República Democrática del Congo 17 años después su
ascenso al poder.
El Padre Donatien Nshole, Secretario General y portavoz de CENCO
(Conferencia Episcopal Nacional del Congo), le ha respondido de
inmediato, afirmando que: “El Papa Benedicto XVI dijo que la Iglesia
debe estar presente donde la población sufre. Este es el caso de la RDC.
Y la crisis socio-política es precisamente lo que acentúa este
sufrimiento, por lo que es bastante normal que los obispos trabajen para
consolidar la democracia”.
Como es sabido, los laicos católicos han encabezado las protestas para
exigir la aplicación de los Acuerdos de San Silvestre del 31 de
diciembre de 2016, firmados gracias a la mediación de los obispos, y
para pedir al presidente Kabila un solemne compromiso de no presentarse
nuevamente para un tercer mandato.
Las elecciones presidenciales que debían celebrarse a fines de 2016
según la Constitución, y para finales del 2017 según los acuerdos de San
Silvestre, están ahora programadas para el 23 de diciembre de 2018.
Pero Kabila ha afirmado que la organización de las elecciones es
demasiado complicada y costosa, y un día será necesario elegir entre el
desarrollo y la realización de las elecciones. A un periodista que le
preguntó si no se presentará como candidato para su sucesión, el
presidente ha reaccionado pidiendo a su equipo que le entregase una
copia de la Constitución. Joseph Kabila, cuyo segundo y último mandato
expiró el 19 de diciembre de 2016, nunca ha aclarado si respetará la
norma constitucional.
Hablando de la Misión de la ONU en la República Democrática del Congo
(MONUSCO), el jefe de Estado congoleño ha dicho que “después de 20 años
[de presencia en la República Democrática del Congo], tenemos la
impresión de que la MONUSCO tiene la misión de permanecer”. “La MONUSCO –
ha subrayado - no ha erradicado ningún grupo armado en la parte
oriental de la República Democrática del Congo (...). Solo cuando los
terroristas decapitaron a los expertos de la ONU han abierto los ojos”,
ha dicho Kabila, refiriéndose a Michael Sharp y Zaida Catalán, los dos
expertos de la ONU asesinados en marzo de 2017 en la provincia de Kasai,
en circunstancias poco claras. Según encuestas independientes, no se
excluye la participación de ciertos oficiales de seguridad de la
República Democrática del Congo.
“En última instancia, lo que queda de esta conferencia de prensa es la
imagen de un Kabila que ignora a la oposición, emprende la guerra contra
la Iglesia Católica, no oculta su antipatía hacia la MONUSCO y reconoce
su mano dura con Bélgica, que ha tomado una posición dura hacia el
poder de Kinshasa” , dice news.cd,
uno de los sitios de noticias más leídos en Kinshasa. Su Eminencia el
Cardenal Laurent Monsengwo Pasinya, Arzobispo de Kinshasa, ha calificado
el discurso de Kabila como “inútil y de un charlatán”.
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