lunes, 29 de enero de 2018

Mensaje del Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral para la LXV Jornada Mundial de Lucha contra la Lepra

CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 28 de enero de 2018).-  Mensaje del Prefecto del Dicasterio  para el Servicio del  Desarrollo Humano Integral, S.E. el Cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson con motivo de la LXV Jornada Mundial de la lucha contra la lepra (enfermedad de Hansen), que se celebra hoy, domingo 28 de enero de 2018:


Mensaje del cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson


«Nunca más injusticias, discriminaciones, lepras del  mundo»


A los presidentes de las Conferencias Episcopales,
A los obispos a cargo de la Pastoral de la Salud,
A los religiosos y religiosos,
A los operadores socio-sanitarios y pastorales,
A los voluntarios y a todas las personas de buena voluntad.


Para manifestar la solicitud de la Iglesia con el mundo, durante el Concilio Vaticano II, los Padres conciliares  declararon que Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo"[1]. Por esta razón, es preocupante que, a pesar de los enormes progresos de  la humanidad en los últimos tiempos, todavía no sea posible erradicar definitivamente una  enfermedad “antigua” como la lepra que sigue contagiando  a miles de personas en todo el mundo. De hecho, todavía  hoy, cada 2 minutos una persona es afectada por la enfermedad de Hansen. La lepra sigue siendo un problema sanitario importante  allí donde persisten condiciones socioeconómicas precarias que favorecen su  transmisión. Como señala el Papa Francisco, se trata de una enfermedad que ", aun estando en retroceso, está todavía entre las más temidas y afecta a los más pobres y marginados." [2].


Los datos publicados por la Organización Mundial de la Salud en 2017 sobre la situación de la lepra en el mundo confirman la alta concentración de la enfermedad en 14 países, que representan el 95% de los casos nuevos. Están encabezados por India con 135.485 casos, seguida por Brasil con casi 25.218 casos e Indonesia con 16. 826 casos. Incluso en Europa se registraron 32 nuevos casos de contagio  en 2016. Además, en algunos países, el número de pacientes con lepra, aunque no es considerable, representa un porcentaje muy alto en comparación con la población total. En los países donde la enfermedad es endémica resulta que  entre los enfermos hay muchos menores . De hecho, cada 100 personas afectadas por la enfermedad de Hansen en todo el mundo 9 tienen menos de 15 años de edad.



Para combatir eficazmente  la enfermedad de Hansen , la Organización Mundial de la Salud ha definido la Estrategia global contra la lepra (2016-2020), en la cual juegan  un papel importante la defensa de los derechos humanos fundamentales, la reducción del estigma y  la consiguiente  promoción de la integración y la inclusión social, el restablecimiento de la dignidad de las personas afectadas por la enfermedad y el acceso a las curas sanitarias. Por lo tanto, es extremadamente urgente abrogar, donde existan, las leyes discriminatorias que obstaculizan los derechos humanos fundamentales. Ya no es posible posponerlo[3].



El estigma social sigue siendo hoy el principal problema para las personas que padecen la enfermedad de Hansen y, por lo tanto, es importante, siguiendo las palabras del Papa Francisco, "luchar contra esta enfermedad, pero también contra las discriminaciones que ésta genera" [4]. Más que cualquier otro, los pacientes con lepra necesitan la cercanía humana, ese "toque" que libera una   energía beneficiosa. ¡Cuántas veces, dice el Santo Padre, "Cuántas veces nosotros encontramos a un pobre que se nos acerca! Podemos ser incluso generosos, podemos tener compasión, pero normalmente no lo tocamos. Le damos la moneda, la tiramos allí, pero evitamos tocar la mano. Y olvidamos que ese es el cuerpo de Cristo. Jesús nos enseña a no tener miedo de tocar al pobre y al excluido, porque Él está en ellos. Tocar al pobre puede purificarnos de la hipocresía e inquietarnos por su condición."[5].


Es alentador servir con amor y ternura a las  personas que necesitan porque nos hace crecer en humanidad. Prueba de ello es San Francisco de Asís, un joven rico que se transformó por completo tras abrazar al leproso que hizo que  comprendiera  lo que realmente vale la pena en la vida: no las riquezas, la fuerza de las armas, la gloria terrenal, sino la humildad, la  misericordia, el perdón, fruto del encuentro con Dios [6].


En este contexto, el tema de la Jornada Mundial de los Enfermos de Lepra reitera: "¡Nunca  más injusticias, discriminaciones,  lepras del mundo!" Más caridad y amor que se traducen en actos concretos de acogida, protección, inclusión e integración. La celebración de esta Jornada  es un llamamiento no solo a la solidaridad sino también a actuar con valor en favor de  los hermanos y hermanas afectados por la enfermedad de Hansen y sus familias. Por eso exhorto a todos los agentes pastorales, a los trabajadores de la salud social y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a sensibiliza  y movilizar las conciencias en favor de las personas afectadas por la enfermedad contra el estigma y contra todas las formas de discriminación hacia ellas.


Para lograr  un mundo libre de la lepra y la marginación, hay que unir los esfuerzos de todas las Iglesias, comunidades religiosas, organizaciones internacionales, gobiernos , grandes fundaciones, ONG y asociaciones de personas afectadas por la enfermedad que hasta ahora han contribuido a la lucha contra esta enfermedad. Al mismo tiempo,  es necesario reforzar los proyectos de cooperación conjunta [7]. Si se aborda con el enfoque correcto, la lepra finalmente se podrá erradicar.


Doy las gracias a todos los que, por diversas razones, están comprometidos con los aquejados por  la enfermedad de Hansen.  Que el Buen Dios os asista y proteja  , por intercesión de los muchos santos que han hecho  del servicio a estos pacientes la razón de su  vida.


Maria Santísima, nuestra  Madre que cuida de sus hijos, especialmente de los más vulnerables, obtenga toda bendición y gracia a los enfermos y  a los que llevan lo signos  de la lepra en su cuerpo


Cardenal Peter K.A. Turkson, Prefecto


1] Concilio Ecuménico Vaticano II, Constitución Pastoral, Gaudium et Spes, n. 1.

[2] Papa Francisco, Angelus, 29.01.2017.

[3] Cf. M. Aramini, Conclusiones y Recomendaciones de la Conferencia Internacional: Hacia un tratamiento integral para las personas con la enfermedad de Hansen, respetando su dignidad, organizado por el Consejo Pontificio para Trabajadores de la Salud en colaboración con: The Good Samaritan Foundation , Fundación Nippon, Fundación Raoul Follereau, Soberana Orden de Malta y Sasakawa Memorial Health Foundation en el Vaticano, 9-10.06. 2016: "Dolentium Horninum", 90 p.63.

[4] Papa Francisco, Ibid.

[5] Papa Francisco, Catequesis: "La misericordia purifica el corazón", 22.06.2016.

[6] Cf. Francesco, Discurso con motivo del encuentro con niños discapacitados e invitados enfermos del Instituto Seráfico de Asís, 4.10.2013.

[7] Cf. M. Aramini, Ibid., P. 64.