CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 28 de enero de 2018).- Mensaje del Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo
Humano Integral, S.E. el Cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson con motivo
de la LXV Jornada Mundial de la lucha contra la lepra (enfermedad de
Hansen), que se celebra hoy, domingo 28 de enero de 2018:
Mensaje del cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson
«Nunca más injusticias, discriminaciones, lepras del mundo»
A los presidentes de las Conferencias Episcopales,
A los obispos a cargo de la Pastoral de la Salud,
A los religiosos y religiosos,
A los operadores socio-sanitarios y pastorales,
A los voluntarios y a todas las personas de buena voluntad.
Para manifestar la solicitud de la Iglesia con el mundo, durante el
Concilio Vaticano II, los Padres conciliares declararon que Los gozos y
las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro
tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez
gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de
Cristo"[1]. Por esta razón, es preocupante que, a pesar de los enormes
progresos de la humanidad en los últimos tiempos, todavía no sea
posible erradicar definitivamente una enfermedad “antigua” como la
lepra que sigue contagiando a miles de personas en todo el mundo. De
hecho, todavía hoy, cada 2 minutos una persona es afectada por la
enfermedad de Hansen. La lepra sigue siendo un problema sanitario
importante allí donde persisten condiciones socioeconómicas precarias
que favorecen su transmisión. Como señala el Papa Francisco, se trata
de una enfermedad que ", aun estando en retroceso, está todavía entre
las más temidas y afecta a los más pobres y marginados." [2].
Los datos publicados por la Organización Mundial de la Salud en 2017
sobre la situación de la lepra en el mundo confirman la alta
concentración de la enfermedad en 14 países, que representan el 95% de
los casos nuevos. Están encabezados por India con 135.485 casos, seguida
por Brasil con casi 25.218 casos e Indonesia con 16. 826 casos.
Incluso en Europa se registraron 32 nuevos casos de contagio en 2016.
Además, en algunos países, el número de pacientes con lepra, aunque no
es considerable, representa un porcentaje muy alto en comparación con la
población total. En los países donde la enfermedad es endémica resulta
que entre los enfermos hay muchos menores . De hecho, cada 100 personas
afectadas por la enfermedad de Hansen en todo el mundo 9 tienen menos
de 15 años de edad.
Para combatir eficazmente la enfermedad de Hansen , la Organización Mundial de la Salud ha definido la Estrategia global contra la lepra
(2016-2020), en la cual juegan un papel importante la defensa de los
derechos humanos fundamentales, la reducción del estigma y la
consiguiente promoción de la integración y la inclusión social, el
restablecimiento de la dignidad de las personas afectadas por la
enfermedad y el acceso a las curas sanitarias. Por lo tanto, es
extremadamente urgente abrogar, donde existan, las leyes
discriminatorias que obstaculizan los derechos humanos fundamentales. Ya
no es posible posponerlo[3].
El estigma social sigue siendo hoy el principal problema para las
personas que padecen la enfermedad de Hansen y, por lo tanto, es
importante, siguiendo las palabras del Papa Francisco, "luchar contra
esta enfermedad, pero también contra las discriminaciones que ésta
genera" [4]. Más que cualquier otro, los pacientes con lepra necesitan
la cercanía humana, ese "toque" que libera una energía beneficiosa.
¡Cuántas veces, dice el Santo Padre, "Cuántas veces nosotros encontramos
a un pobre que se nos acerca! Podemos ser incluso generosos, podemos
tener compasión, pero normalmente no lo tocamos. Le damos la moneda, la
tiramos allí, pero evitamos tocar la mano. Y olvidamos que ese es el
cuerpo de Cristo. Jesús nos enseña a no tener miedo de tocar al pobre y
al excluido, porque Él está en ellos. Tocar al pobre puede purificarnos
de la hipocresía e inquietarnos por su condición."[5].
Es alentador servir con amor y ternura a las personas que necesitan
porque nos hace crecer en humanidad. Prueba de ello es San Francisco de
Asís, un joven rico que se transformó por completo tras abrazar al
leproso que hizo que comprendiera lo que realmente vale la pena en la
vida: no las riquezas, la fuerza de las armas, la gloria terrenal, sino
la humildad, la misericordia, el perdón, fruto del encuentro con Dios
[6].
En este contexto, el tema de la Jornada Mundial de los Enfermos de Lepra reitera: "¡Nunca más injusticias, discriminaciones, lepras del mundo!"
Más caridad y amor que se traducen en actos concretos de acogida,
protección, inclusión e integración. La celebración de esta Jornada es
un llamamiento no solo a la solidaridad sino también a actuar con valor
en favor de los hermanos y hermanas afectados por la enfermedad de
Hansen y sus familias. Por eso exhorto a todos los agentes pastorales, a
los trabajadores de la salud social y a todos los hombres y mujeres de
buena voluntad a sensibiliza y movilizar las conciencias en favor de
las personas afectadas por la enfermedad contra el estigma y contra
todas las formas de discriminación hacia ellas.
Para lograr un mundo libre de la lepra y la marginación, hay que
unir los esfuerzos de todas las Iglesias, comunidades religiosas,
organizaciones internacionales, gobiernos , grandes fundaciones, ONG y
asociaciones de personas afectadas por la enfermedad que hasta ahora han
contribuido a la lucha contra esta enfermedad. Al mismo tiempo, es
necesario reforzar los proyectos de cooperación conjunta [7]. Si se
aborda con el enfoque correcto, la lepra finalmente se podrá erradicar.
Doy las gracias a todos los que, por diversas razones, están
comprometidos con los aquejados por la enfermedad de Hansen. Que el
Buen Dios os asista y proteja , por intercesión de los muchos santos
que han hecho del servicio a estos pacientes la razón de su vida.
Maria Santísima, nuestra Madre que cuida de sus hijos, especialmente
de los más vulnerables, obtenga toda bendición y gracia a los enfermos y
a los que llevan lo signos de la lepra en su cuerpo
Cardenal Peter K.A. Turkson, Prefecto
1] Concilio Ecuménico Vaticano II, Constitución Pastoral, Gaudium et Spes, n. 1.
[2] Papa Francisco, Angelus, 29.01.2017.
[3] Cf. M. Aramini, Conclusiones y Recomendaciones de la Conferencia
Internacional: Hacia un tratamiento integral para las personas con la
enfermedad de Hansen, respetando su dignidad, organizado por el Consejo
Pontificio para Trabajadores de la Salud en colaboración con: The Good
Samaritan Foundation , Fundación Nippon, Fundación Raoul Follereau,
Soberana Orden de Malta y Sasakawa Memorial Health Foundation en el
Vaticano, 9-10.06. 2016: "Dolentium Horninum", 90 p.63.
[4] Papa Francisco, Ibid.
[5] Papa Francisco, Catequesis: "La misericordia purifica el corazón", 22.06.2016.
[6] Cf. Francesco, Discurso con motivo del encuentro con niños
discapacitados e invitados enfermos del Instituto Seráfico de Asís,
4.10.2013.
[7] Cf. M. Aramini, Ibid., P. 64.