Kinshasa, REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO (Agencia Fides, 23/01/2018) - “El gobierno está intentando rechazar la
responsabilidad de la violencia del domingo sobre los organizadores de
la marcha de protesta” refieren a la Agencia Fides fuentes de la Iglesia
de la República Democrática del Congo, donde el domingo 21 de enero en
varias ciudades del país la policía reprimió con sangre y violencia las
manifestaciones de protesta convocadas por el Comité Laic de
Coordination (CLC, organización de laicos católicos) para pedir al
presidente Joseph Kabila una declaración con la que se comprometa a no
solicitar su nueva candidatura, en conformidad con la Constitución, y
respete los acuerdos de San Silvestre del 31 de diciembre de 2016.
A pesar de la represión, los laicos católicos no se dan por vencidos,
porque según informan las fuentes de Fides “quieren organizar otras
manifestaciones de protesta”. “Esto se debe - explican las fuentes-
porque ahora se tiene la clara impresión de que aquellos en el poder no
quieren cederlo. Por lo tanto, las marchas siguen siendo la única forma
de protesta, aunque débil, para presionar y esperar que algo cambie
dentro del régimen presidencial”.
“De los diez sacerdotes arrestados el domingo 21 de enero no se sabe
nada”, dicen nuestras fuentes. “Solo sabemos que uno de los sacerdotes
arrestados fue acusado por un ministro de intento de agresión porque él,
junto con otras personas, para escapar del lanzamiento de gases
lacrimógenos de la policía, se refugió en una casa, que pertenece al
ministro en cuestión. El cual acusó al sacerdote y a las personas que
estaban con él de intentar atacarlo, pero se trata de una versión
falsa”.
“En conclusión, los laicos católicos han tomado la vía de la protesta
contra Kabila. Varios sacerdotes parroquiales se han unido a las
iniciativas de protesta, pero estas no han comenzado desde la CENCO
(Conferencia Episcopal Nacional del Congo) o desde los Obispos
individuales. Hay reiterar que se tarta de iniciativas tomadas por los
laicos”concluyen las fuentes.
En una “Nota Técnica” emitida a los medios, la Nunciatura Apostólica en
Kinshasa confirma que la policía ha disparado balas reales y por tanto
potencialmente letales contra los manifestantes en la capital, Kinshasa,
y en las ciudades de Kisangani (noreste), Goma y Bukavu (Kivu del Norte
y del Sur, en el este), Lubumbashi (sudeste) y Mbuji-Mayi (centro). En
la nota titulada “Parroquias desestabilizadas por la policía” se acusa a
las fuerzas del orden de haber rodeado las iglesias y haber disparado
gases lacrimógenos y balas reales.
Según la Nota de la Nunciatura “al menos un sacerdote ha sido herido y
al menos otros tres han sido arrestados en Kinshasa”. Una de las seis
víctimas confirmadas por la Nunciatura fue asesinada frente a la iglesia
de San Francisco (y no como se informó ayer en Saint Kizito) y “era un
aspirante a la vida religiosa”.