Kara, TOGO (Agencia Fides, 30/01/2018) - El Sínodo de los Obispos dedicado a los jóvenes
que se celebrará en octubre de este año será un momento importante para
los jóvenes africanos. “Nunca en la historia se ha organizado un sínodo
para los jóvenes con la creación de herramientas comunicativas que
permitan un margen tan amplio para hacer llegar las ideas”, declara a la
Agencia Fides el padre Donald Zagore, misionero de la Sociedad de
Misiones Africanas (SMA), destinado en Togo.
“La Iglesia está atenta no solo a sus jóvenes sino a todos los jóvenes
de cualquier credo. Hoy no existe ninguna institución, eclesial o no,
que pretenda sobrevivir en el mundo actual ignorando la importancia o la
opinión de los jóvenes”, continúa el sacerdote. “Según un estudio de
2012 publicado en la la web de la ONU para la investigación educativa,
científica y cultural, en una población mundial de 7.000 millones de
personas, los jóvenes menores de 30 años son el 50.5%. Por lo que
resulta evidente que los jóvenes son una realidad a tener en cuenta. La
Iglesia, bajo la guía del Papa Francisco, lo ha entendido y esto se
aplica también a las Iglesias de los países africanos”. “La juventud es
un símbolo del futuro. Por esto, cerrar la puerta a los jóvenes es
sinónimo de una muerte segura”, insiste el padre Zagore. “El desafío
para la Iglesia en África es claro: Debe acoger a esta juventud con los
brazos abiertos, con todas sus preguntas y todas su
dificultades, con viva preocupación de educarla en el discernimiento”.
“Más allá de una simple renovación de la relación con los jóvenes, la
Iglesia quiere con este sínodo encontrar su propia juventud. Una
juventud auténtica, que nace de la fuente de la eternidad, de Cristo. Es
Cristo la luz para seguir adelante. Es en esta luz donde la Iglesia, en
África y en todo el mundo, puede encontrar con seguridad la juventud
necesaria para afrontar las preguntas más difíciles. En Cristo, aunque
sea anciana, la Iglesia mantiene siempre su juventud”, concluye el padre
Zagore.