Santiago de Chile, CHILE (Agencia Fides, 23/01/2018) - Una llamada a la esperanza, a
«seguir levantándose después de los derrumbes», a no dejar de creer en
el poder transformador de Dios Padre, a «trabajar por la paz». Y a decir
«no a la violencia que destruye». Buscando «caminos de dialogo para la
unidad». Estando atentos a todas las situaciones de injusticia y a las
nuevas formas de explotación, a la precarización del trabajo que
destruye vidas y hogares, a los que se aprovechan de la irregularidad de
muchos inmigrantes. Y todo ello sin olvidar que «todos somos
importantes y todos tenemos algo que aportar». Estos son algunos de los
temas que han señalado los peregrinos y voluntarios de la visita
apostólica del Papa Francisco a Chile que ha tenido tenido lugar del
pasado 15 al 18 de enero.
Tres días en los que el Santo Padre ha celebrado tres eucaristías
masivas y diversos encuentros en tres ciudades del país: Santiago,
Temuco e Iquique. Y en los que ha sido acompañado por casi un millón y
medio de personas. Los 20 mil voluntarios papales, como ha declarado a
la Agencia Fides Ronald Bown, director del Área de Voluntariado de la
Comisión Nacional para la Visita del Papa Francisco a Chile “han
trabajado de forma heroica, trasnochando, con hambre, pero siempre
entusiastas, transmitiendo a todos los peregrinos, con esfuerzo,
sacrificio y alegría, una misión de servicio y oración”.
“El Papa nos ha hablado de la esperanza, de mantenernos firmes a pesar
de las adversidades” – dice a la Agencia Fides Jaime Espinoza, uno de
los 400 mil peregrinos presentes en la Misa en el Parque O’Higgins, en
Santiago el martes 16 - “Nos ha recordado que debemos ser hermanos, como
sociedad chilena, aunque seamos diferentes debemos ser tolerantes y
respetuosos del otro. Debemos trabajar por la justicia y poner
misericordia en nuestras palabras y actos” afirma recordando la
invitación lanzada por el Papa durante la homilía a trabajar por la paz.
En el Aeródromo de Maquehue, en Temuco, el miércoles 17, ante 200 mil
personas, el Papa invitó de modo especial a todos a ser artesanos de la
unidad, recuerda a la Agencia Fides Sebastian Corana, uno de los
participantes, añadiendo “Temuco es una zona marcada por el conflicto;
después de escuchar el mensaje del Papa Francisco, cada uno de nosotros
está llamado, desde su ambiente, a ser dialogante y tender puentes para
alcanzar la paz que tanto se necesita”.
Durante la tarde del miércoles el Papa volvió a Santiago para
encontrarse con los más de 50 mil jóvenes en el Santuario Nacional de
Maipú, además de las más de 900 mil personas que salieron a las calles
sólo para ver pasar al Papa. Durante el encuentro las palabras de San
Alberto Hurtado fueron las protagonistas de la invitación que lanzo el
Papa Francisco: “chicos, quieran a su Chile” y preguntarse siempre “¿qué
haría Cristo en mi lugar”.
“La Misa en Lobito fue un palpar la unidad en la diversidad de la
Iglesia. Tantos carismas, movimientos eclesiales y espiritualidades
rezando juntos con Francisco por un Chile más acogedor y alegre” dice a
Fides María Graciela Garrido una de los casi 100 mil peregrinos
presentes en Iquique para participar en la Misa celebrada por el santo
Padre en el Campus Lobito, en su último día en Chile, una celebración
que marcada por la importancia de los inmigrantes en el país en la que
le Papa recodado que “la apertura a los inmigrantes y a los forasteros
es un signo de que Cristo está actuando en nuestros corazones”.