Dhaka, BANGLADESH (Agencia Fides, 22/01/2018) - Los cristianos en Bangladesh, una pequeña
minoría en un país con una mayoría musulmana, a menudo se enfrentan a la
discriminación: así lo revela a la Agencia Fides el sacerdote católico
p. David Bipul Das, vice-párroco de la Church of Our Lady of Guidance en
la diócesis de Barisal. “Los cristianos viven entre sus vecinos
musulmanes en muchas partes del país: los prejuicios hacia los
cristianos persisten en base a líneas socio-religiosas y también
económicas”, informa a Fides el p. David Bipul Das, quien es misionero
de la Santa Cruz (CSC).
Además, hay casos en los que “los extremistas musulmanes continúan
hostigando a los cristianos, con motivos pretenciosos, para fomentar una
disputa e incitar al odio religioso en la sociedad”, confirma a la
Agencia Fides el p. Das. Otro fenómeno que se puede encontrar es el
“acaparamiento de tierras”, que es la práctica con la que algunos
musulmanes roban las tierras de los cristianos con violencia, mediante
amenazas e intimidación. “Este es un problema serio para los
cristianos”, explica.
En el marco de estos desafíos sociales, a Church of Our Lady of Guidance
“trabaja acompañando las vidas de los fieles católicos para mantener la
paz y la armonía con los musulmanes en la sociedad”, observa el p. Das,
quien dirige una parroquia con aproximadamente 250 familias católicas,
en un territorio de aproximadamente 10,000 habitantes.
La comunidad cristiana en Bangladesh representa el 0.2% en un país que
cuenta con 162 millones de habitantes. Sin embargo, su impacto positivo
va más allá de la dimensión numérica. La comunidad cristiana, señala el
sacerdote, “es considerada como una comunidad amante de la paz y
portadora de un alto sentido de valores morales y espirituales, muy
visible en el testimonio de vida”. La gente de Bangladesh y su gobierno
aprecian esta presencia y tienen una actitud generalmente positiva hacia
los cristianos.
La nación reconoce la contribución y los sacrificios que los cristianos
bangladesíes han realizado para la reconstrucción del país,
especialmente durante el período de la lucha de liberación, en 1971 y,
en los años posteriores a la independencia. La contribución de la
Iglesia Católica en el campo de la educación, la salud, el desarrollo
social, las obras de caridad y el crecimiento socio-económico de la
población sigue siendo reconocido y apreciado. La comunidad cristiana
administra algunas de las mejores instituciones educativas del país que
han formado a ciudadanos altamente competentes y capacitados, muchos de
los cuales ahora ocupan puestos de liderazgo en el país y en oficinas
gubernamentales.
La Iglesia Católica y otras comunidades cristianas plantean y presentan a
las instituciones algunas cuestiones: la necesidad de otorgar visados a
los misioneros que vienen del extranjero; la necesidad de conceder
algunas excepciones a los reglamentos públicos, para las instituciones
educativas administradas por cristianos, así como a las disposiciones
que regulan las donaciones del exterior; algunos casos de injusticia y
violencia contra minorías religiosas.