Jerusalén, ISRAEL (Agencia Fides, 22/01/2018) - Las autoridades israelíes están imponiendo a
los solicitantes de asilo eritreos y sudaneses que elijan entre la
prisión o el éxodo en otros países, y esta elección política puede
exponer “a muchas vidas al peligro y a un futuro incierto”. Así lo han
afirmado los Jefes de las Iglesias Católicas en Tierra Santa, en un
texto publicado en los últimos días expresando sus reservas y
perplejidades con respecto a la reciente disposición implementada por el
gobierno israelí.
El pasado 1° de enero, la Autoridad Israelí para la población y la
inmigración dio a conocer la disposición por la cual - revelan los Jefes
de las Iglesias Católicas de Tierra Santa-, se da a los solicitantes de
asilo de Sudán y Eritrea presentes en Israel, solo la opción de elegir
entre ser transferidos a otros países o el encarcelamiento. Para
incentivar las salidas, los que abandonen Israel ante de finales de
marzo de 2018 recibirán una suma de 3.500 shekels israelíes (menos de
850 euros) además del billete aéreo, mientras que los que permanezcan en
Israel después de la fecha especificada podrán ser sometidos a medidas
de detención.
Todos los refugiados presentes en Israel y procedentes de Sudán y
Eritrea – se lee en la disposición de las autoridades israelíes -,
cuando vayan a solicitar la renovación de sus permisos de residencia, a
partir del próximo 2 de febrero se les informará que tienen solo 60 días
para salir del país, mudándose a su país de origen u otro estado
africano. La medida no se aplica a las mujeres, los niños, los padres
con hijos a cargo y las víctimas de la esclavitud, el trabajo forzado y
la violencia sexual. “Si bien reconocemos la necesidad de controlar el
flujo de solicitantes de asilo en nuestro país, como en otros lugares”,
escriben los obispos católicos, “no podemos permanecer indiferentes a la
difícil situación de muchos refugiados que huyen de la dictadura, la
guerra y otras condiciones horribles. El bienestar de la sociedad
israelí” agregan los obispos “no se puede lograr a expensas de tantas
personas rechazadas a la vez y tantas vidas expuestas al
peligro y a un futuro incierto”. En este sentido, los obispos también
señalan un versículo del Levítico: “Al extranjero que reside entre
vosotros lo tratareis como a uno que nació entre vosotros. Tú lo amaras
como a ti mismo, porque tú también fuiste extranjero en la tierra de
Egipto. Yo soy el Señor, tu Dios”. “Esperamos” concluyen los obispos
“que la Administración tenga en cuenta la angustia de los solicitantes
de asilo presentes en Israel y encuentre soluciones más humanas que
ofrecer”.
El documento de los Jefes de las Iglesias Católicas de Tierra Santa está
firmado, entre otros, por el Arzobispo Pierbattista Pizzaballa,
Administrador Apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén, y por el
padre Fancesco Patton, Custodio de Tierra Santa.