Brasilia, BRASIL (Agencia Fides, 27/02/2018) - Hay demasiada violencia en las redes sociales
y la agresividad "es compartida y alimentada por muchos católicos
presentes en estos medios". Es es la alerta lanzada por el cardenal
Sergio da Rocha, Arzobispo de Brasilia y presidente de la Conferencia
Episcopal Brasileña (CNBB). "Es un pecado grave usar el nombre de Dios o
de cualquier religión para practicar o justificar la violencia", indicó
el purpurado al comentar el mensaje de la Campaña de Fraternidad (CF)
que este año propone el lema "Todos sois hermanos". Según lo información
recogida por la Agencia Fides, el cardenal destaca que se pueden llevar
a cabo muchas iniciativas para alcanzar los objetivos de la Campaña y
que cada bautizado puede contribuir en el compromiso "para vencer la
violencia y construir la fraternidad y la paz en su propio ambiente".
Pero es necesario rechazar la creciente violencia "compartida y
alimentada incluso por muchos
católicos en las redes sociales", comentó.
"Es urgente decir "no" a la violencia en redes sociales", afirmó
dirigiéndose especialmente a los jóvenes. "No debéis compartir contenido
ofensivo e irrespetuoso ni tampoco debéis uniros a grupos de WhatsApp u
otras redes sociales que difundan rumores o linchamientos morales y
críticas destructivas, incluso si estos provienen de personas
católicas", solicitó." Escuchar la voz de Jesús implica vivir en el amor
fraterno. Este es el punto de partida ", dijo recordando que" la
Cuaresma es un tiempo especial de conversión para preparar la Pascua
"que debe vivirse a través de la caridad, como enseña la Iglesia".
La Campaña de la Fraternidad (CF) es uno de las principales herramientas
para vivir el amor al prójimo en la Cuaresma: "Es una forma especial de
conversión y verdadera caridad", continuó el Cardenal Rocha, explicando
que el lema, "Todos sois hermanos", tiene como objetivo ayudar a
superar la violencia y promover la paz .
De acuerdo con la información enviada a la Agencia Fides por Obras
Misionales Pontificias (OMP) de Brasil, en el país "al pobre se le
etiqueta como ladrón o criminal y la corrupción en los distintos niveles
muestra la falta de protección que viven los ciudadanos. En este
contexto, la Iglesia aparece como uno de los puntos de referencia para
volver a proponer valores sociales y defender los derechos de los más
pequeños e indefensos". "Pero si sus miembros respaldan actitudes
violentas o toleran la violencia de los grupos armados, aumenta la
confusión moral de aquellos que quieren vivir el perdón y la
misericordia".
La prensa del país informa extensamente sobre cómo los problemas de
Brasil han llegado hasta el "Sambódromo Sapucaí", el estadio en el que
desfilan las escuelas de samba para el Carnaval de 2018, que terminó
hace solo unos días. Con el desfile "¡Monstruo es el que no puede amar!"
se quiso hacer un paralelismo entre Frankenstein y la situación actual
en Brasil, un país marcado por la corrupción, la desigualdad, el aumento
de la violencia y la intolerancia religiosa. La escuela de samba
"Beija-Flor" presentó un montaje con niños atrapados en tiroteos en
escuelas públicas, padres cargando con los cuerpos de sus hijos heridos y
jóvenes apuntando con pistolas a la cabeza de las víctimas. Fue
precisamente esta escuela la que ganó la edición 2018 del Carnaval.
Por estas razones la Iglesia brasileña encabezada por el cardenal Rocha,
insiste en retomar el ejemplo propuesto por Cristo: "Quien escucha la
voz de Jesucristo no alimenta ni comete actos violentos; al contrario,
contribuye a la paz, a través del respeto y del diálogo, de la
misericordia y del perdón. Quienes escuchan la voz de Jesús dan
testimonio de su palabra: 'Todos sois hermanos', por eso no se debe
tratar al que piensa de otro modo como un enemigo a combatir sino como
un hermano a quien amar, si fuera necesario con la corrección fraterna y
el perdón. La paz es el don de Dios para compartir durante esta
Cuaresma", concluyó el cardenal.