Mosul, IRAQ (Agencia Fides, 22/02/2018) – Las maniobras y presiones de las fuerzas
políticas en vista de las próximas elecciones iraquíes, programadas para
el 12 de mayo, están influyendo fuertemente en el proceso de regreso a
sus áreas de residencia de las personas desplazadas que habían
abandonado Mosul y grandes áreas de la provincia de Nineveh durante los
años del régimen yihadista impuesto por los militantes del
autodenominado Estado Islámico (Daesh).
Así lo sostienen los militantes de la Unión Patriótica de Kurdistán
(UPK), que acusan a los rivales del Partido Democrático de Kurdistán
(PDK) de obstaculizar el regreso a sus hogares de los refugiados de
Mosul y la provincia de Nínive que aún están alojados en los campamentos
de Erbil, con el fin de empujarles a votar por sus candidatos en las
próximas elecciones generales. En esta operación, los militantes del PDK
– según afirman sus rivales del UPK - también habrían diseminado
puestos de control a través de las rutas de comunicación que unen el
gobernatorado de Erbil con Mosul y varios distritos de la provincia de
Nínive, incluida Sinjar, donde viven sobre todo personas de l la minoría
Yazidi.
Al menos 800 mil refugiados internos iraquíes continúan viviendo en
campamentos establecidos en las regiones de Erbil y Dohuk. Entre ellos
también hay muchos de los cientos de miles de cristianos que habían
huido de sus aldeas en la Llanura de Nínive durante el verano de 2014,
frente a la ofensiva de los yihadistas de Daesh. Algunos activistas de
la parte Yazida, en los últimos días, también han hablado de presiones
de parte del PDK para obtener votos y apoyo electoral por parte de esa
comunidad.
Los militantes de UPK han instado al gobierno federal, a la Comisión
Electoral y al parlamento iraquí a no renunciar a las reglas electorales
que disponen el regreso de las personas desplazadas, para permitirles
ejercer su derecho al voto en sus áreas de origen. A esta voz de alarma
lanzada por el UPK y algunos Yazidi se unen las de Hanin al Qaddo, un
parlamentario perteneciente a la minoria Shabak, que ha denunciado la
existencia de un plan para desplegar tropas estadounidenses en la
provincia de Nínive durante las elecciones, previa solicitud y garantía
de los sunitas.
En estos días, el redentorista Bashar Warda, arzobispo caldeo de Erbil,
durante las conferencias y entrevistas realizadas en EE. UU. ha
informado que los cristianos que todavía permanecen en Iraq tras los
últimos años de conflicto y violencia son menos de 200 mil.