Washington, ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (Agencia Fides, 21/02/2018) - Los obispos de Estados Unidos han anunciado
para este 26 de febrero el "Día Nacional Católico de llamadas para
Proteger a los Dreamers", los jóvenes inmigrantes que llegaron a Estados
Unidos muy pequeños y sin documentos legales para reunirse con sus
padres, y que ahora corren riesgo de ser deportados a sus países de
origen. Los obispos invitan a los fieles de todo el país y a los
parlamentarios electos “a proteger a los dreamers de la deportación, a
asegurarles una vía para obtener la ciudadanía". El comunicado enviado a
la Agencia Fides recuerda a los católicos que "nuestra fe nos mueve a
acompañar a los más necesitados, entre ellos, nuestros hermanos y
hermanas inmigrantes. Debemos mostrarles nuestro apoyo y nuestra
solidaridad de una manera especial. Ahora es el momento de actuar”.
En la sesión del 15 de febrero, el Senado de los Estados Unidos, en su
mayoría formado por republicanos, había rechazado cuatro propuestas
relacionadas con la inmigración, dos de estas promovidas por el gobierno
de Trump, dejando en suspenso la reforma migratoria anunciada por el
presidente durante el discurso sobre el "Estado de la Unión", del 30 de
enero.
Inmediatamente, el arzobispo de Santa Fe, John C. Wester, hizo un
llamamiento urgente para la defensa de los dreamers. "Para ellos, el
tiempo se está agotando – aseguró –, el Congreso debe aprobar una medida
bipartidista que brinde a estos jóvenes una solución urgente". La
preocupación se cierne sobre todo en el destino de los 1,8 millones de
jóvenes (entre los beneficiarios actuales y aspirantes por derecho) del
programa DACA (llamados "dreamers" debido a la ley inicial que les
protegía) que perdería validez el 5 de marzo, según lo prometido por el
presidente Trump.
Desde principios de febrero, otros obispos y religiosos han estado
presionando a los parlamentarios y a la opinión pública a favor de la
reactivación del DACA. La Universidad Católica de Notre Dame en Indiana,
reiteró que la universidad "continuará apoyando financieramente a los
estudiantes dreamers, para mantener su inscripción, y proporcionarles
asistencia legal". Aunque la situación parece estancada, algunos
expertos, como Kevin Appleby, director de política de migración
internacional en el “Center for Migration Studies”, en Nueva York, ven
una esperanza: "El hecho de que la propuesta del presidente haya sido
rechazada podría allanar el camino para una ley más estricta que otorgue
la ciudadanía a los jóvenes sin documentos sin diezmar el sistema de
inmigración familiar”. De hecho, la propuesta de Trump ha reducido
drásticamente la reunificación familiar.
"Los obispos y la comunidad
católica de los Estados Unidos pueden asumir un papel de
liderazgo para seguir llamando la atención sobre la necesidad moral de
ofrecer protección a estos jóvenes", concluye el experto.
Desde septiembre, -cuando el presidente Donald Trump derogó el DACA del
gobierno Obama y pidió al Congreso que encontrara una solución
legislativa-, el episcopado católico ha alzado su voz a favor de los
beneficiarios del DACA. Desde 2012, este programa ha permitido que los
menores sin permiso legal, que llegan a los Estados Unidos con sus
padres, puedan recibir protección por un período de dos años y tener
derecho a un permiso de trabajo.