Johannesburgo, SUDÁFRICA (Agencia Fides, 16/02/2018) – “La dimisión del presidente Jacob Zuma
debió haber sido presentada hace tiempo”, han afirmado los los Obispos
de la Conferencia Episcopal de África Austral (SACBC), en una
declaración enviada a la Agencia Fides, donde mencionan estar de acuerdo
con la renuncia del Presidente sudafricano.
Zuma presentó su dimisión luego de perder el apoyo de la mayoría de su
partido, el Congreso Nacional Africano (ANC), el 13 de febrero. Ante la
perspectiva de un voto de desconfianza de la Asamblea Nacional, que se
habría realizado el 15 de febrero, Zuma anunció su renuncia el día 14.
Su presidencia ha estado marcada por serios escándalos de corrupción que
además de decepcionar a la población ha agravado la crisis económica en
el país. “El hecho de que Zuma haya permanecido como presidente del
Estado, a pesar de que existían evidencias, desde hace mucho tiempo, de
su falta de idoneidad para gobernar, ha dañado fuertemente la reputación
internacional de nuestro país, de su economía, y en particular la
situación de los ciudadanos más pobres y vulnerables”, han enfatizado
los obispos.
Zuma es acusado de corrupción personal y una vida licenciosa hasta el
punto que "es percibido por todos que la presidencia de Zuma ha
degradado el estándar de moralidad y de honor de la vida pública, y ha
fomentado la corrupción y el incumplimiento de las obligaciones en todos
los niveles del gobierno”.
La Asamblea Nacional ha elegido este 15 de febrero como Jefe de Estado, a Cyril Ramaphosa, líder del ANC.
Los obispos esperan que los líderes del ANC logren un cambio completo en
relación al pasado y hacen un llamamiento a los líderes del partido
para que "se comprometan a realizar un análisis exhaustivo de sus normas
internas y mecanismos de responsabilidad”.
Un análisis de la Oficina Parlamentaria del SACBC hace notar que Zuma
fue puesto en el poder por un consorcio interno en la ANC que quería un
“líder débil, maleable y flexible, en lugar de Thabo Mbeki,
supuestamente más distante y autoritario”. “La Coalición de Cosatu, el
Partido Comunista y la Liga Juvenil ANC, con el apoyo de varios
periodistas y especialistas sabían exactamente a quién estaban
promocionando. El reconocido record de corrupción, deshonestidad,
amiguismo, autopromoción de Zuma no les preocupó en lo absoluto, ya que
hay que nos han ensillado, iniciando así la década desastrosa que ha
manchado nuestra reputación y ha generado el retraso económico,
institucional y político. Todavía no se han disculpado con la nación
todos los responsables de la creación de 'Zumanami'”.
Sin embargo, honra a Zuma que haya dicho - subraya el análisis-, que se
ha retirado diciendo “ninguna vida debe perder por causa de mi nombre".
Un hecho que acredita la democracia sudafricana en comparación con otras
situaciones como las de la República Democrática del Congo, Uganda o
Venezuela.