Ahiara, NIGERIA (Agencia Fides, 20/02/2018) - La conocida crisis étnica y tribal que ha
afectado a la diócesis de Ahiara, en Nigeria "es sólo la punta del
iceberg", ha declarado a la Agencia Fides el teólogo marfileño Donald
Zagore, misionero de la Sociedad de Misiones Africanas (SMA). Ha tenido
bastante resonancia en las iglesias africanas la situación que comenzó
en 2012, y ha ocasionado ahora la renuncia del obispo de Ahiara de su
cargo episcopal, tras la negativa de los sacerdotes y de los laicos a
aceptar como obispo a Mons. Peter Ebere Opkalaeke, considerándolo "un
extraño en su propia tierra".
El teólogo Donald Zagore dice: "Cuando en la Iglesia Católica - cuya
esencia significa comunión, fraternidad y unidad - los miembros están
divididos por cuestiones étnicas y tribales, hay que plantearnos
seriamente esta pregunta profética: ¿realmente hemos entendido el
significado de nuestro tiempo y nuestra fe?”.
"Desgraciadamente – ha continuado - nos damos cuenta, día tras día, que
la sangre de la cultura, de la etnia, de la tribu sigue siendo más
fuerte e importante que el agua del bautismo. El paradigma de la
‘Iglesia familia de Dios’ en África, a menudo parece un discurso sin
sentido, que a veces toma la apariencia de una farsa. Nos estamos
convirtiendo cada vez más de una 'Iglesia familia de Dios’ en una
Iglesia tribal. Hay que decir firmemente que esta actitud es cualquier
cosa menos cristiana”, ha insistido el p. Zagore.
El misionero ha agregado: "El tribalismo no es de ninguna manera una
característica de la Iglesia de Jesucristo. El único valor que debe
permanecer es el deseo de servir a Dios sometiéndonos a su voluntad. Una
voluntad que se demuestra a través del amor y la convivencia. Como
Cristo, debemos rechazar categóricamente el dejarnos encadenar por el
cruce de los lazos tribales y étnicos, debemos estar abiertos a lo
universal, a todos los hombres y a todas las mujeres, independientemente
de los antecedentes culturales, raciales y étnicos. De hecho, como dice
San Pablo, 'no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay
hombre ni mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús' (Gálatas 3:28).
En este sentido, urge un trabajo pastoral eficaz", ha dicho para
concluir el teólogo.